Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

jueves, 25 de diciembre de 2008

Primeras veces...

Puf. Ya no sé si esto va a ser resistible. Recuerdo borrosa la comida de despedida de navidad y empezar vacaciones. Salir volada con el coche para ir en busca de mi descendiente menor, acogida con su ascendente en dos grados, y comenzar un recorrido largo por algunas tiendas en busca de. En casa, maletas por hacer. De las complicadas porque debían contener material blando, del que se usa excepcionalmente, y duro. Para tres. Muchas bolsas. Suerte que el espacio no es problema. Dos días de ejercicio intenso a un ritmo infantil, que parece que [ahora que bajan precios] desayunen diesel A+. Y dos noches insuficientes para recargar mis modestas y gastadas baterías recargables. Deshacer tantas bolsas como hice y organizar la ingente cantidad de cosas a lavar. Últimas compras. Contrareloj y a la escapada. De nuevo organizar en grupos la ropa limpia y planchada. Serán necesarios un par de equipajes diferentes, esta vez. Un grupo para dos días, con frío, estilo city. El otro, para más de una semana, compaginando ciudad, montaña y el mismo deporte practicado. Se efectúa un volcado de aramarios y problema resuelto. Mientras quepa. Pero a estas alturas ya se tienen maletas de tantos tipos y tamaños como existen en el comercio legal.
A mi se me cierran los ojos de pie, en movimiento, mientras paseo arriba y abajo la casa, tratando de recordar la cosa que se me olvidaba pero es necesaria y ni que me maten. Acaba saliendo, accidentalmente. Y se coge y se incorpora al equipaje. No hay que olvidar ni mochila, ni uniforme ni material deportivo, que el primer día de cole salen desde ahi. No desde aqui. Y mi otra maleta, la grande, la de las cuatro ruedas, la de tantos días, se va llenando de objetos a base de memoria. Esta vez olvidé consensuar el contenido del excel habitual y ya no sé si convienen cinco camisetas térmicas o eran cinco los pares de guantes y/o los cinturones. En fin. Apelando al sentido común. Pero la opción seguir una lista perfecta me resulta mucho más cómoda, la verdad. Desde ayer está todo listo. Bueno, todo quizá no. Falta el necessaire [anda que no me dí cuenta mayor del significado de esta palabra, a pesar de haberla usado toda la vida...], prendas de ropa que se estaban secando. Y así. Habrá que hacer memoria y leer las listas que voy dejando sobre las cosas con la relación de things to do before I... leave [qué película tan bonita me pareció y qué magnífica Leonor].
Se me acaba una etapa. Ayer pude salir de casa por los últimos regalos sabiéndoles a ambos en casa y me dí cuenta de que era una "primera vez". Hoy están cada uno en su cuarto, con sus cosas de teki y las novedades que la mamá noël les ha dejado hoy. Eso es otra primera vez...

3 comentarios:

  1. Que alegría!!! Pensé que te había perdido por el ciberespacio y la idea no me gustaba na de na.
    Veo que tendré que ponerme al día pero lo haré con calma que ando liada.
    Miles de besos como siempre desde mi alma.

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  2. estresada me tienes después de leer la entrada! y yo que me quejo por poner 2 lavadoras a la semana!!!!!
    feliz navidad e nuevo.

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  3. Lirio: gracias por volver! Besos y burbujas!

    Nima: calma, calma... todo pasa! Bon any, Mò!!!

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Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

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