Si estuvieras...

Tengo las ganas atrapadas, la prisa entre los dedos y una sensación de suspenso que se enreda entre pensamientos. Sé que el ahora es argumento de libro y que me empeño en aprender a avivirlo. Pero las ganas, las prisas y la suspensión no lo leyeron y empujan. Lo mismo que me acerca, me está alejando. Y eso tampoco es nuevo. Una ya es experta en fraccionar el calendario, desmenuzarlo y hacerlo digestivo, como las hierbas y demás, que dicen. Experta en buscar excusas y razones. Maestra en justificar silencios y motivos. Nunca me comentas y se me escapan los argumentos entre los labios, cerrados. Solo querrían besar y les cuento que eso son cuentos, que son imposibles, que no puede ser. Se convierten en línea, me dan aire serio, como de enfado y no comprenden nada, en silencio. Tampoco yo, en realidad, sé por qué la distancia, ea de los kilómetros que parte en dos un mapa, no me deja besarte. Y no estás.