Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

lunes, 24 de mayo de 2010

Con todas mis disculpas...

Festivo en la ciudad y laborable en este lugar. El calor en este despacho es hoy especialmente insoportable, porque todavía no se ha puesto en marcha el cambio de temporada y hace escasas semanas funcionaba aún la bomba de calor. Y eso que ya visto una fina camisa de algodón blanco. Existe el cielo más celeste que recuerdo haber visto, ahi afuera. Y el verano se anuncia en cada rincón, ahora que los árboles visten sus verdes más intensos y vuelven a estar cubiertos de hojas nuevas [paso de escribir eso de los brotes verdes, porque ya cansa].

Una se siente especialmente extraña cuando sale a la calle y ve que en Balmes solo hay dos almas: una paseando al perro, la otra en busca de la prensa. Aunque sus ocupaciones son, ahora, lo de menos. Por la Diagonal, famosa ahora, la cosa cambia: como un domingo cualquiera la gente corre [¿por cobardía, ¿para tener sed, ¿miedo? no sabría decir...], va en bicicleta o en patines, apenas hay autobuses y el tráfico es tan escaso que me atrevo a ir por los carriles centrales en lugar de por el lateral, como cada día, solo porque hoy no hay que ir evitando atascos, que las mamás no sacaron los coches para acompañar a los niños al cole. Busco a Hukia, como casi cada día, sin recordar que también para ella es festivo. Y me siento como Pooh, buscándote donde no estás, sin encontrarte. También echo de menos a Club. Y lamento mucho la situación de Farala.

Ahora es cuando, con tanto link, ya nadie está leyendo este post, porque es la contratécnica para eso: poner ofertas en tu propio blog para que las escasas visitas se entretengan en espacios mejores. No si...

Hoy me siento incapaz de concentrarme y solo pienso que queda menos para ir al gim, para que sea viernes, para que mi vida cambie de nuevo, para tenerte otra vez. Me recuerdo que hay que vivir ahora, que la vida sucede una vez. Y me sonrío y nos recuerdo y me acuerdo de que lloré pensando en ti. Yo, que no quería retroceder en el tiempo, que no quería saber si te echaba de menos, que prefería ignorar si alguna vez te quise y me doliste tanto. Yo, tan vulnerable, disimulando. Te daría letras para una canción de amor si supiera que las necesitas. Olvidaría mayúsculas y escribiría sin ninguna por ti, para ti. Aunque el resultado fuera a ser tan malo como lo es el post improvisado de hoy...

P.S.: mientras escribía, han venido a preparar el aire. Ahora ya hace frío... Si es que cuando no es una es la otra, caramba...

4 comentarios:

  1. El quincuagésimo día
    todo diferente fue
    nadie en su lugar estaba
    nadie a su lugar iba.

    Aún así alguien se empeñaba
    en seguir las mismas pautas
    como hace cincuenta días
    que han pasado
    que han tenido
    soledades, besos, vacíos
    y ...
    ¿sueños?

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  2. Yo continué leyendo hasta el final! qué premio tengo??? ;)
    Besos
    Mizar

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  3. TLS: te superas con los links... Gracias por la sonrisa.

    Mizar: te felicito. Eres resistente. :)

    Jei: tú también. Me encantaría saber cómo estás...

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