Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

lunes, 8 de octubre de 2012

Como si todas las quincenas fueran iguales...

Mucha carretera y horas completas al volante. De tirón. Sin paradas ni siquiera para el consabido peaje, que hasta esto tenemos inventado para facilitar el paso y el pago sin apenas darnos cuenta. Siguiendo la costa, viendo el mar, cantando las canciones que conozco y tratando de memorizar letras de los Manel, que llegan a ser entrañables. Converso y escribo retales de palabras en frases cortas que pueden llegar a sonar rudas y apenas puedo explicar o justificar. Suerte que recibo clemencia. Y conversaciones telefónicas impacientes y el gas un poco más a fondo, programando un par de kilómetros más a la hora, que total no se va a notar y sin embargo son minutos y se van sumando o, mejor, restando. Hay quincenas infinitas pero la pasada no lo fue; no me preguntes por qué. Las ganas intactas, el abrazo tan fuerte y el calor, el sol, el azul. Nunca entenderé que la mirada se me ponga líquida cerca del mar, a veces indantreno, siempre azul; como al llorar pero en plena fiesta de felicidad y entre sonrisas un poco tontas. A veces es más fácil percibir la asimetría y otras veces son empates técnicos, tablas o paridades con efecto bloqueante, sin ninguna intermitencia ni posibilidad de reacción o movimiento. Hay kilómetros que matan, a veces; otras veces, los centímetros producen idéntico resultado. Es imposible elegir, una vez dentro. Es como preguntarse, cada mañana bajo la ducha, si a una le ilusiona acudir a sus obligaciones profesionales, quienes tengan la suerte de tenerlas. Tengo el circuito diseñado para economizar tiempo y movimientos mientras me cuentan noticias que entretienen mi mente y la updatean [que diría una compañera algo anglosajona en las formas] o, más últimamente, la escandalizan porque mira que el patio está mal. Y me entretengo entre alguno de los recuerdos [normalmente] magníficos que colecciono, para no plantearme casi nada, para no cuestionarme los planes, para emplearme a fondo sin detenerme a valorar si realmente existen alternativas viables a esta vida. He dicho viables. Y el matiz es determinante, crucial...

4 comentarios:

  1. No sé si lo he entendido bien...me da la sensación de que elaboras estrategias de supervivencia para resistir los embates de la vida laboral y eso me parece genial. Necesitamos desconectar por momentos de esta locura en la que se ha convertido el entorno laboral...quien lo tiene, claro.

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  2. que digo yo ...
    q una se murió esperando ... ;)
    terminaremos algún día ¿?
    los astros no están alineados definitivamente.
    cuídate guapa.

    besos.

    Mizar

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  3. chris: no te creas; lo que hago es vivir intensamente todos los compartimentos estanco de mi vida... :)

    Mizar: la tecnología a veces... ya sabes... Mientras, van pasando los días, que es lo que necesitas ahora. Un beso, gigante.

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  4. Nada iguales. Y menos mal que menstruamos cada veintiocho días (más o menos) y no cada quince... Menos mal.

    Beso, sparkling.

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Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

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