Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

martes, 29 de julio de 2014

A mis cincuenta...

Sé qué es el compromiso. Y que lo rompan.
Y mantenerme firme.
Que me quieran bien y que me hieran.
Que me mientan y mentir, descabelladamente.

Sé lo que supone pasar una noche en vela
y un fin de semana en horizontal.
Desgastarme los labios a besos
con el corazón intacto, frío, sin sentir.

Fingir orgasmos por rudezas largas
y a cambio dedicarme horas a jugar con su piel.
Ponerme en la de los otros,
una vez y otra. Y otra. Llorar.

También he aprendido a desconfiar
por traiciones triplicadas, todas inesperadas.
Soy más fuerte y más egoísta,
porque sé que nada es eterno
y que es cuestión de tiempo...

Me han enseñado a llorar en silencio
y a entender que las mentiras matan un poco
y el miedo paraliza los avances,
lo distorsiona todo, a todos.

Me dijeron cosas imborrables
que se vienen conmigo,
a todos los lugares del mundo,
después de haber muerto en parte.

Y sé declarar lo que siento
solo con una mirada, medio gris,
por el miedo. Sin palabras.
Sin ninguna confianza, ni fe.

También sé qué es el sacrificio
y la paciencia y dar otra oportunidad.
Y otra.
Seguir preguntándome por qué...

Y equivocarme en mis elecciones,
tirar mi vida fácil por la ventana,
y descubrir que mi huida era un cuento
que ni siquiera Walt hubiera creído.

Hoy sé que los caminos fáciles están vacíos,
que las personas superficiales son peligrosas,
que soy bastante tonta, además de ingenua.
Y que sé lo que merece la pena.

A mi edad ya no me ruborizo
y puedo defender mis ideas
pensar que no puedo hacer más
de lo que hago, por ayudar.

Me conformo con una playa o un fuego,
turquesa y naranja. Un pareo y leña seca.
Un libro y palabras compartidas,
una copa de vino y algo de Bach.

Sé pasear un cuerpo amado, sin prisa
aunque la piel tenga una edad
y el corazón y la mente otra,
porque sé ver dentro, lo que cuenta.

A mis 50 queda tanto que aprender...

7 comentarios:

  1. Me hace sonreir lo igual que es la vida de todos. De casi todos. Y lo diferente. A mis cincuentanta y uno...:P

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    1. Eres mi valiente preferida, Vic. Las demás, todas cobardes... :)

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  2. A los 50, eres estaño. Elemento químico de la tabla periódica cuyo número atómico coincide con tu edad. Metal plateado, maleable, que no se oxida fácilmente y es resistente a la corrosión. (¿Vamos bien?) Tienes que tener en cuenta que hay una serie de metales que aceleran, retardan o eliminan la aparición de la "peste del estaño". Evitar la presencia de impurezas que podrían hacerlo/te enfermar. Pues eso.
    Podría seguir, pero está todo mucho mejor escrito en la wiki.
    Un beso de la capitana de las sardinas (;

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    Respuestas
    1. Tú también eres valiente, Silbante...!!!! Gracias.

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  3. Te prefiero a ti que a la wiki, guapa. Por cierto, buenos conocimientos de química tiene usted, señorita... Gracias!!!!
    Lo único que he entendido es lo de que soy un "elemento"... ;)
    Beso, afortunada.

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  4. Coincido con varias de las estrofas que tan bien escribiste, aunque ya voy por los 50+3 y muchos cambios a cuestas, siguen ahí algunas particularidades. Un beso

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