Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

jueves, 25 de febrero de 2016

Un poco de Shakespeare...

Mucho sin sacar del estómago las letras que se amontonan, después de tanta ausencia, kilómetros, palabras, secretos y silencios. Impactos y algunas lágrimas, lentas, tranquilas, indoloras, como de felicidad. A veces.

También mi maleta mediana quedó sin deshacer anoche, de tan tarde que se hizo ayer que pasó a ser hoy y me atrapó en pié todavía. Rompo rutinas y no salgo afectada. Expongo públicamente y ya no se me seca la voz. Me doy cuenta de que sigo mutando, todo está bien.

Bueno, somatizo un poco y me contracturo, pero me habían avisado, así que no hay sorpresas. También me hablaron de enfermedad si no tomaba medidas. No tengo claro que me haya decidido a escuchar a mi mente para que el cuerpo deje de dar gritos como un descontrolado. Exagero.

Revisité estos días una vida reciente, que dejé atrás, para ver que ya no pertenezco ahí, que no hay camino, que pasé de pantalla y soy otra, tan alejada de quien fui. Porque lo que sucede, lo que no sucede, nos enseña tanto que dejamos de ser y hasta aprendes que los espejismos existen pero no por eso son reales.

Me hacen comprender que al final soy algo que nunca creí: resiliente. También pienso en ello, a ratos.

La vida es bondadosa y me rodeo de personas iguales, fáciles y generosas. Me han regalado muchas cosas recientemente: amistad y largos paseos, una libreta en blanco y una bicicleta azul metalizado, de alambre; algunas fotos; un colgante azul y un par de noches de hotel, unas cenas y un pequeño manual de mindfulness, también. En su contra, esta frase del Acto II de Hamlet: 'No hay nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así'.

No sé si es el pensamiento el único responsable. También influyen los condicionantes sociales, por ejemplo. Y lo que se nos transmite de generación en generación. Pero pienso en la bondad y la maldad. En lo correcto o lo incorrecto. En el camino a seguir y el tiempo que queda para reprogramarme de pies a cabeza, sobretodo en el tiempo material que voy a necesitar para aprender las nuevas normas que van a regularme en adelante. Querer es poder. Y yo querer quiero mucho...

2 comentarios:

  1. Intuyo, que no sé, que en este camino que estás haciendo, vas adquiriendo fortaleza. Y si no es así, paso de la intuición a desearte que así sea.

    Un abrazo

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  2. Sí que quieres, sí. Sí que sabes querer.
    Los días empiezan a ser más largos. Más generosos. Aún queda tiempo...
    :)
    Un beso, S.
    Pd. Hoy el concierto un éxito. Mañana toca poesía. Y mira qué horas son...

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Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

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