viernes, 29 de noviembre de 2019

Seguro que duermes...

Los retratos en la nieve son preciosos. Será por la luz, los reflejos o la humedad. No sé. Pero son tan bonitos como una puesta de sol naranja, una fiesta que acaba tarde, una canción de Leo o tener a quien te recoja en el aeropuerto, te abrace y te lleve a Casa. Como planear un viaje a Asia o conducir sola por carreteras nuevas y sin muchas prisas, mirando.

Siempre seré de LAT. Convencida. Como romántica empedernida. Porque hay cientos de razones para querer cuidar lo importante y hacer que cada día sea eso lo más importante. Sobretodo cuando descubres qué es y lo proteges y lo mimas y lo refuerzas. De tantas maneras y siempre que es posible. Se sabe.

Tengo ganas de hablar contigo. Estoy feliz, cansada (mira las horas!). Seguro que duermes...

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Lágrimas...

Sé que hay días en que las lágrimas se repiten. Porque en cuanto asoman te das cuenta que son inoportunas y las repliegas hacia adentro de nuevo. Y así. Sabes que mejor fuera pero no hay tiempo. O no hay soledad. O falta valor. Quizá es todo a la vez.

A veces son lágrimas sin razones al principio. Se van cargando de motivos y se rellenan de recuerdos. Y de ganas por salir. Imposible, aún. Se anudan, se enredan, se esconden hacia abajo y ya ni se accede. Se instalan en algún lugar bajo los párpados, como si no existieran. Pero hay días en que se repiten. Y es triste...

martes, 12 de noviembre de 2019

What happens to the heart...?

Lo último de Leo... que, cuando hay gente que muere, regresa con alguna de sus excentricidades y nos recuerda que ya no está, aunque parezca otra cosa distinta.

https://open.spotify.com/track/3QvyfKehreC5cb5t8QiECN?si=4GnxgelpTOeiv9wOu0k4BQ

De sofá, fuego y manta de cuadros. Como sus mejores canciones...

jueves, 7 de noviembre de 2019

La felicidad...

...son cosas pequeñas, una colección de momentos.

Comer una vichyssoise fría en un parque de la ciudad, sentada en el único banco dónde un haz de sol quema. Con una cuchara de plástico reciclado y reciclable. Tumbarme en tu sofá y que meses mi cabello como si quisieras anidar en él. Encargar japo por sorpresa y escucharnos todo lo que quedó por contar. Tener vuelos pendientes en la bandeja de entrada. Y un cabrio reservado al sol, al sur, en un par de semanas. Y planes. Y El Plan, que cobra forma en mi mente a la velocidad de medio milímetro al día. O menos.

La felicidad es llorar viendo una peli en el avión, tomar el sol de invierno en la tumbona de la galería, saber que somos muy fuertes si estamos en plural, trabajar mi cuerpo y estirarlo como un chicle y recuperarlo aunque moleste, ser disciplinada y constante, conseguir lo que me propongo, mantenernos ahí y caminar hacia los lugares porque hay tiempo; estar fuera de un hospital y reconocer que sin salud nada es posible, tener ganas de seguir remando en dulce de leche (maravillosa expresión que he conocido hace poco, que me pareció plástica y gráfica a partes iguales!), un coche en el garaje, mirarte a los ojos y sonreír, entrar en un noviembre que auguraron mágico.

La felicidad es una larga lista de cosas pequeñas y grandes, una colección de momentos, aquello que sucede mientras sucede lo cotidiano..,

domingo, 3 de noviembre de 2019

La ciudad de las mil ciudades...

Salir de todo lo confortable para romper con el resto. Y descubrir la anchura del espacio, la  magnitud de las distancias, la duración del tiempo, las calles llenas de decadentes casas de colores y los ríos ingobernables, con sedimentos que los transforman en difícilmente transitables. La otra orilla, otro país. Majestuoso, todo. Incluso por la despoblación y los vacíos. Distinto, cercano, abierto y lleno. Huele a vino y a asado, a dulce de leche y a queso, a agua con gas y ganas de innovar. Aprenden, se acercan, mientras inspiran. Las gentes abren su vida y su casa y la regalan junto con su tiempo, improvisando, mientras uno se sorprende evidenciando que jamás lo haría, de vuelta. La vida corre lenta, pensando en qué será lo siguiente. Y da ideas, te llena de estímulos y de oportunidades, mientras inician la primavera y los verdes brotan limpios y frescos, hacia nuevas cosechas. Los espacios, que empequeñecen a cualquiera, sin pedir permiso, desbordando, recubriendo, inundando entre sequías.
Quería evitar la expresión tierra de contrastes; sobretodo, la última palabra. Pero ha sido inútil...