miércoles, 27 de abril de 2022

La Última Fiesta y cosas de la edad...

De pronto, te invitan a La Última Fiesta.

Y un día entras en una casa desconocida, con una veintena de personas a las que no has visto nunca [y probablemente no volverás a ver] para pasar la tarde celebrando el último cumpleaños de alguien. A quien tampoco conoces.

Ver la expresión de miedo, desconcierto y circunstancias en la cara de todos. Comer sin tener apetito. Beber poco porque no es plan de pasarse y desentonar, ni de reir sin querer, siquiera sonreir... Hablar de cualquier cosa en la que no te puedes interesar mucho porque está forzada al límite. Mirar los detalles del lugar para intentar conocer a quien hay detrás de cada decisión de compra (el sofá, el diseño del baño nuevo con una preciosa cerámica verde turquesa, las ventanas, las copas y el cubreama).

Ya al final del par de horas difíciles para todos, despedirse de alguien en perfecto estado de salud pero que sabes que está condenado. Mirarte a los ojos con él, que te toma de las dos manos, te agradece la presencia, esboza una sonrisa forzada, pánico. Solo puede transmitirte el miedo a algo a lo que nos enfrentamos todos sin querer y en lo que no queremos ni siquiera pensar.

Hablando de pensar... cada vez pienso más en mi propia muerte. Sin dramas. Serán las fases de la vida y la edad en la que estoy zambullida.

Sin dramas pero con el mismo miedo que todos. Los que van a morir y lo saben, los que no tenemos ninguna información acerca de nosotros mismos.

También he notado que avanzo la mitad superior del cuerpo al caminar. Cosa muy triste, la verdad. Como si quisiera cargar con mi cuerpo, que no sigue, adelantándome un poco. Como si quisiera correr más de lo que lo hace él. Típico de gente muy mayor. Intolerable. Inadmisible. Inaceptable. ¡No puede ser!

Ahora, cuando me reconozco en esa postura, inmediatamente rectifico adelantando la cadera. Como hiciera mi ascendente materna desde que tuve uso de razón, con toda su dignidad y elegancia. 

Pues eso haré yo, dado que es una reacción incontrolada que se manifiesta sin preavisar, para adelantarme a mis propios pasos...