A veces no todo queda circunscrito a sentimientos y sensaciones, esos que tanto tiempo me ocupan.
A veces, de pronto, la vida se torna seria y el semblante se alarga.
A veces fallan los referentes y la confianza [en ti, en mi, en la totalidad y en abstracto] se despedaza.
Hay veces en las que la vida da lecciones y te colocas en tu sitio, silente, callada. Y después somos un poco peores, al menos. Y desconfiamos, nos dolemos, absorbemos tristezas y dejamos de hablar, para observar en busca de indicios.
El sistema está mal organizado y no es que me lo parezca solo a mi. Se reconoce en la intimidad y ya no se confía y a veces te preguntas, en tu propia soledad, si obraste bien, si pudiste hacerlo mejor, si es el principio de algo todavía peor, si...
A veces los desconsuelos no son reversibles...
Si. Entiendo esto. Cuando me veo a mí misma actuando como si estuviera castigada, muy callada.
ResponderEliminarÁnimo.
Eso si, no te castigues tú también.