Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...
martes, 16 de junio de 2009
Ningún reproche...
Tengo el pelo húmedo y esta ducha de ahora ha sido balsámica. El agua fría se llevaba el calor del esfuerzo pero no del todo. Acabé la crema que compré contigo de la misma forma en que hace un par de semanas se terminó tu colonia. Mía, pero olía a ti. Como tod#s, asocio olores con momentos, lugares y personas, hasta sonidos. Y esa eras tú. Recuerdo haberla tirado a la basura, cubierta de un plástico negro, con algo de fuerza, rabia contenida y un sentimiento de liberación. Como si me librara de ti y tu fueras algo pegajoso que se prende a la piel. Quizá he estado alargando los contenidos de esos envases, consciente de que, al deshacerme de ellos, desaparecerías un poco más. Así ha sido, naturalmente. Y encima ahora estás tan lejos y te has convertido en tan imposible que se esfumaron esperanzas y teorías de probabilidades. Una liberación, en realidad, saber que esto es mi territorio, en el que ya no estás, como tú tienes el tuyo. Y tampoco estoy yo. Ni siquiera los otros fantasmas que poblaron tu vida, tu pasado, tu vida pasada, que sabemos te resultaban molestos. Y así, con un desplazamiento geográfico, traumático para más de un#, te liberaste de todas las cosas inquietantes, desconcertantes y generadoras de tensión que en tu vida hubo. Y me parece bien, ya ves...
Qué curioso... aún conservo algo q acaricio de cuando en cuando... Con pánico de abrirlo y comprobar q se ha esfumado, que no existe, q se ha desvanecido en el tiempo y ser consciente q ella también ... Después de tantos años aún no estoy preparada para romper ese hilo ¿en realidad lo deseo?
ResponderEliminarMe ha resultado extraño leerte y personalizarlo :)
Besos
De joven fui algo así como fetichista. Ahora ya no. Pero hay objetos que a veces son imposibles de tirar.
ResponderEliminarA mi me gusta que puedas personalizar con algo que escribo. Me hace más real y menos rara, supongo.
Un beso, Mizar.