lunes, 20 de julio de 2009

Experiencias de ingravideces azules y mojadas que se comparten...

He vuelto a sentirme ingrávida. Esta vez también iba acompañada y pasé los mismos nervios. Superé el estado de pre pánico mucho después que él, que pedía comenzar cuanto antes. Todo me parecía infinito y hasta pensé que la experiencia no terminaría nunca. Lo hice, pero no por mi. Repetí hiperventilación y ansiedad, por él. Sentí la agorafobia en azul, otra vez y quise retirarme en seguida. A él se le hizo corto. Le ví moverse como si fuera su medio. Lo observé de lejos y de cerca, encima, al lado y debajo. Me preocupó no verlo y sentir que me habían dejado de atender por cuidar de él. Pensaba que tenía que seguir pensando que todo estaba en orden, que podía respirar, que la boca no se me había secado y que era posible respirar. Me hablaba a mi misma, en un diálogo silente. O silencioso. Ahora no sé bien. Fue una sensación extraña y fantástica compartir algo así con él, que descubre, que observa, que se empapa, que comienza... caminos y vivencias. A su lado. Por el momento, lo sé perfectamente...

2 comentarios:

  1. Yo empiezo a aprender a observarlo, a darle mas rienda, a dejar que caiga y recogerlo. Comienzo a aprender a no abrazarme a su vaca con el que duerme todas las noches, salir corriendo, respirar, mirar y verle aunque no esté. Que maravillosamente doloroso y sensacional, algo que te queda sin palabras, sin aliento, sin lágrimas, vacia, llena...
    A su lado... de momento.

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  2. Es tan corta, la etapa... Todo se escapa volando... Por eso hay que vivir cada segundo como si fuera el último! :)

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!