La noche ha sido realmente breve porque los nervios de principio de curso la acortaron por el principio y el final. Inquietud y hasta dolor de barriga curé con algo de tiempo, actitud y ganas.
No sabe amanecer porque lo hace tarde y mal, oscuro.
Hoy las risas lo han llenado todo, creando complicidades extrañas. Quizá fueran los nervios, pienso. Y todo a punto excepto las mil actividades que la magia, que dicen es un arte, organiza por su cuenta.
No me gusta acabar el verano ni que falte tanto para una primavera.
Me esperan los forros, el material, los horarios y las explicaciones atropelladas, además de nuevos nombres con los que familiarizarme. Y soy tan mala para eso que seguro que a final de curso a Ana la llamo María, por ejemplo. Como si no supiera lo importante que es recordarlos...
No quiero tener que cambiar la ropa de los armarios y que llegue el frío.
Me escriben personas inesperadas que me sorprenden y, en cambio, no contesta quien ya ha recibido un recordatorio mío. Qué cosas...
Oh!! Yo escribiéndote tonterías y no me daba cuenta que comenzaba el curso. Que suerte que cada Septiembre sea el inicio de nuevas aventuras.
ResponderEliminarUn beso gigante.
:D
ResponderEliminar¡Bienvenida!
No olvides las vitaminas, que para vivir tantas aventuras hay que estar fuerte!
Besos y burbujas.
A lo mejor tengo suerte...
ResponderEliminarQuiero que sepas que estuve comentando en tu otro blog conocido para mí y no le ha dado la gana de subir mis comentarios.
Y estoy enfadada, coñe!
Con el blog, se entiende.
Un placer leerte, como siempre.
Smuackss
Eres una mujer afortunada, Fred. Y no te enfades, que no te sienta bien... ;)
ResponderEliminarBesos, culinarios.