Alguien sigue entrando desde el norte. Inquietud y silencio. Sabía que no había otra cosa que esperar. Hay cosas que no cambian.
Esta tarde es larga como las cosas largas que no quiero ni pensar ni enumerar. Vuelve a ser una tarde larga que rompe las jornadas que terminan pronto y que permiten vida paralela.
He madrugado y he conducido hasta aqui. He regresado al gim, feliz. Además, sigo en forma. Pedaleaba y recordaba los pedaleos solitarios en el mar o las elipses entre puestas de sol o las zancadas en compañía de mis descendientes. Cierto que el verano ha dado de sí.
Siento esa tristeza alegre del recomienzo. Es el principio del fin de mis caos y se avecina el viejo orden de las encantadoras rutinas. Pero odio que se acabe el verano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!