Algunas veces la vida te enseña que no es elástica ni infinita sino que tiene límites. Supongo que no todo el mundo es igual de fuerte y que algun#s somos muchísimo más débiles de lo que aparentamos. En mi caso, lo sé porque tuve que sentarme en la única silla que había en el box, junto a su camilla, al escuchar el discurso del médico de urgencias. Nadie imaginaba la gravedad... Y en mi caso también sé que aparento una fortaleza que no tengo pero puedo prometer y prometo que no es ni voluntario ni premeditado sino todo lo contrario...
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