viernes, 18 de diciembre de 2009

Fortalezas, fortines, fortificaciones...

Algunas veces la vida te enseña que no es elástica ni infinita sino que tiene límites. Supongo que no todo el mundo es igual de fuerte y que algun#s somos muchísimo más débiles de lo que aparentamos. En mi caso, lo sé porque tuve que sentarme en la única silla que había en el box, junto a su camilla, al escuchar el discurso del médico de urgencias. Nadie imaginaba la gravedad... Y en mi caso también sé que aparento una fortaleza que no tengo pero puedo prometer y prometo que no es ni voluntario ni premeditado sino todo lo contrario...

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