Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...
miércoles, 9 de junio de 2010
Hábitos y rutinas...
Dicen que es posible saber si alguien es o no jóven según lo que haga después de la cena.
Ha dejado de serlo quien se acomoda frente al televisor.
Lo es todavía aquél o aquella que se instala ante el ordenador.
Yo añadiría que cabe una tercera opción: la gente "mayor" que se acerca al ordenador espantando un poco la soledad...
No lo había pensado. Me haces pensar...A ver, yo ayer después de una cena con amigos (nuestra cena de los miércoles)cansamos el sofá, arreglamos la vida, cuchicheamos de la muerte, bailamos un tango y acabamos con una danza tribal. Yo tengo cuarenta y siete años y el resto, veintiocho, veintinueve, treinta y uno, cuarenta, cuarenta y ocho, cincuenta y dos y cincuenta y cinco. Definitivamente (desde los siete años ya lo intuía) no me van ni las frases hechas ni las estadísticas.
Llevas razón...no es tan difícil. Pués verás, un martes sin pena ni gloria, por ejemplo, mi cama o mi sofá parecen una goleta con todo lo imprescindible para sobrevivir, a saber, pc, libro, libros, mp4, pilot, cuaderno, cuadernos, agua, móvil, radio pequeña, cojines, chal por los hombros por el frescor de la noche. Normalmente, cuando me hago un hueco entre todo, me duermo. Y a las dos horas despierto con la música en el oído, el chal en la cabeza y un libro abierto entre las manos. Siempre me ha pasado. Será porque no tengo edad.
Tu relación, Victoria, me ha parecido una suerte de Arca de Noé pero pirata. Digamos que tú eres uno de esos híbridos que existen y a los que me referí en el comentario anterior, entonces... :)
Debes dormirte de agotamiento por el traslado de todas las cosas hasta el sofá, supongo. ;)
Dependerá del horario en el que se cene o quizás si se tiene pc o tele y ni así. Un beso
ResponderEliminarNo lo había pensado. Me haces pensar...A ver, yo ayer después de una cena con amigos (nuestra cena de los miércoles)cansamos el sofá, arreglamos la vida, cuchicheamos de la muerte, bailamos un tango y acabamos con una danza tribal. Yo tengo cuarenta y siete años y el resto, veintiocho, veintinueve, treinta y uno, cuarenta, cuarenta y ocho, cincuenta y dos y cincuenta y cinco. Definitivamente (desde los siete años ya lo intuía) no me van ni las frases hechas ni las estadísticas.
ResponderEliminary qué hay de las q se van a la cama? je! entonces tengo 3 años ! ;)
ResponderEliminarHay q romper tópicos estúpidos.
Besos
Mizar.
Fiorella: creo que son hábitos... comamos lo que comamos... :)
ResponderEliminarVictoria: ¿y los días que no son miércoles? ¿qué sueles hacer después de la cena? venga, mujer... no es tan difícil... :)
Mizar: entonces ¿qué pasa con las que unos días vamos al sofá, otros al pc y otros nos llevamos el portátil al sofá? ¿eh? :P
Llevas razón...no es tan difícil. Pués verás, un martes sin pena ni gloria, por ejemplo, mi cama o mi sofá parecen una goleta con todo lo imprescindible para sobrevivir, a saber, pc, libro, libros, mp4, pilot, cuaderno, cuadernos, agua, móvil, radio pequeña, cojines, chal por los hombros por el frescor de la noche. Normalmente, cuando me hago un hueco entre todo, me duermo. Y a las dos horas despierto con la música en el oído, el chal en la cabeza y un libro abierto entre las manos. Siempre me ha pasado. Será porque no tengo edad.
ResponderEliminarTu relación, Victoria, me ha parecido una suerte de Arca de Noé pero pirata. Digamos que tú eres uno de esos híbridos que existen y a los que me referí en el comentario anterior, entonces... :)
ResponderEliminarDebes dormirte de agotamiento por el traslado de todas las cosas hasta el sofá, supongo. ;)
Ojalá todo fuera tan difícil como esto, ¿verdad?
De pirata a pirata, verdad.
ResponderEliminarPero es qué sólo existe el sofá? :P
ResponderEliminarMizar
Menos lobos, Mizar. Menos lobos... Que también vives con un descendiente.
ResponderEliminar:) Feliz fin de semana.