Confieso haber cometido muchos. De los que son inevitables y hasta de los del tipo ensayo. Algunos fueron de consecuencias imperceptibles y otros los paseo pintados en la cara, en la expresión distinta que me quedó después. Una tiene su orgullo. Pero el error terrible de ayer fue aceptar a la bebé de poco más de dos meses que se me ofreció por sorpresa y sin capacidad de reacción [cada día estoy más lenta y he vuelto atrás porque sigo sin saber decir no]. Definir a un niño recién nacido no puede estar más cargado de tópicos y subjetividades. Pero el par de momentos entre esa bebé y yo de ayer por la tarde solo es equiparable a los de intimidad vividos con mi descendiente femenina hace ya más de una década. Con ella compartíamos largos ratos de miradas y de silencios, en los que yo la memorizaba y ella trataba de encontrarme en la voz que estuvo escuchando esos meses; ella estaba entre mis brazos y se adecuaba a los espacios y se acomodaba como si tuviera que pasar largas horas en la misma postura, hasta la siguiente toma. Había un contacto con nuestras pieles y yo jugaba con las caricias, hasta que creció y esa comunión mutó a carcajada: habituales y largos accesos de risa inexplicable solo para nosotras dos, en momentos de su vida en los que no existía aún bagaje para comprender cinismos, humores o bromas. Los míos. Y sin embargo. Ayer, esa piel desnuda, solo vestida con el pañal, que me miraba a los ojos [de un infinito azul marino] y me sonreía, me devolvió violentamente atrás y de pronto quise tanto a esa niña como a la mia propia, con el sentimiento de ternura más enorme y el instinto de protección más antiguo. Todas las alertas se pusieron en marcha... y se me instaló la tristeza... Y se puso a llover...
Un excepcional desencadenante.
ResponderEliminarDintel
Ya, Dintel, pero la tristeza cuesta de arrastrar...
ResponderEliminarLlevo meses pensando en recuperar esas megasensaciones que solo una pocas podemos apreciar y valorar... es tan tremenda la fuerza que igual paso de robar esos minutos a los seres ajenos y me centro en los propios. Locura? insensatez? aburrimiento? demasiadas preguntas... y demasiados datos :)
ResponderEliminarBesos
Mizar
Ay, Mizar. Creo adivinarte. Te invito a la reflexión antes de dar un solo paso... :) Beso.
ResponderEliminarHay decisiones que no puedo reflexionar en exceso o no daría el paso nc.
ResponderEliminarPara qué tanta reflexión sparkling? cd día me doy cuenta q los pensamientos me impiden el caminar... o era cd caminas meditas? :D
Besos preciosa.
Mizar