miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Recuerdas...?

Hay miles de oportunidades, agazapadas entre bostezos. Y faltan horas, aunque sobren frases cortas que no da tiempo ni a apuntar, como tampoco a lanzar en mensajes breves para que una opinión se convierta en pública. Es todo distinto, a pesar de ser igual y todo cambia un poco cada día, aunque los pequeños cambios se perciban grandes solo cuando han pasado muchos días. Como verse a diario, que es la antítesis de la lujuria, el fin de los sueños, rutinas instaladas y la muerte de las sorpresas. Prefiero el vilo, el lapso, el compás y la espera. En sorbos breves, acompañados de calmas novedosas y sutiles improvisaciones, como el abrazo traicionero por la retaguardia, sin previo aviso y con dolo. Ese lento e inesperado, que conquista centímetros de piel, erizándola y haciendo sentir los prolegómenos del calor que le sigue al frío. Si. Como aquella vez...

4 comentarios:

  1. Me has REcordado un poema... Estoy pesada con los poemas, sí. Pero has descrito tan bien (también) esa sensación... sí, la de la piel erizada...Sólo unos versos, vale?

    "...y en cuanto a los escalofríos...
    regálame el de tiramisú
    y el de nata,
    ese destello azul
    que ocupa mi lóbulo izquierdo,
    y la parte derecha del alma..."

    Por cierto, vilo sin preposición, genial. El vilo de la navaja?
    Un beso E.

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  2. Y cómo se recapitula y se cae en la cuenta que de la suma de esos pequeños cambios que a diario pasan casi desapercibidos resultan esas grandes variaciones,...Suena un tanto descorazonador, los no sueños, las no sorpresas, rutina llama a rutina y en ocasiones ni ella misma por pura desidia se contesta.
    Me voy a quedar esta noche con la imagen y el recuerdo de alguno de esos abrazos, para bien dormir y tal.
    Un beso sparkling :)

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  3. Abrir la puerta a la rutina es como un suicidio lento... Aunque a veces somos tan perezosos, tan comodones, que dejamos que nos atrape. Pero siempre podrá quedar esa rendija de la puerta abierta para escaparse y soñar. Y, ¿quién sabe? al día siguiente de despertadores y oficinas, platos sucios y televisión de fondo, te llevas a la cama ese sueño que te hace suspirar y por el que sabes que fuiste feliz ayer y puedes volver a serlo mañana...

    Un beso

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  4. Victoria: paraverséate a ti misma cuantas veces quieras, mujer. :)

    silbante: eso es vivir. Simplemente. Y contra las sensaciones que descorazonan hay que trabajar mucho y a fondo. Es posible, te lo aseguro. ;)

    Marilia: la felicidad de ayer y la de hoy, la de siempre. Con un poco de empeño basta... Besos y burbujas.

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