jueves, 4 de abril de 2013

Una enamorada de la vida...

Acostumbrada a apurar cada segundo del tiempo y exprimirlos a conciencia, hoy necesitaba detenerme: evocar, invocar, recordar, valorar y proyectar, entre otros verbos transitivos. Quería ir hacia atrás con alevosía y premeditación. Hacia adelante con la ilusión y la incertidumbre que solo proporciona lo desconocido, de manera temporal, hasta que se conoce. Ha sido imposible. Como lo ha sido también, siquiera, dejar las conversaciones entre el volante y la ausencia de música, rechazando entrantes con esa conciencia entre aguas, buscando el silencio. Y pensar, a solas. Imposible. Con lo poco que a mi me gusta ser portadora de noticias infaustas y/o infames que hieren y duelen e impactan y afectan, aunque vaya con el sueldo y suceda rápido. A mi no me gusta. Y no me va a gustar nunca. Que yo lo sé...

miércoles, 3 de abril de 2013

Don't like...

Ir despeinada. Olvidarme el paraguas. Parecer desconcertada. Repetir zapatos. Dormir poco. Estar ausente. No desayunar apenas. Mis ojeras. Saltarme la comida. Suspirar profundamente. Mezclar perfumes. Necesitar tiempo. La torpeza mia. Encadenarme a un cinturón. Ser vergonzosa. Perder la mirada. No sentir. Comunicarme mal. Olvidar lo importante. La distancia. Extrañar.

Y algunas otras muchas cosas que no me gustan. Pero hoy no estoy en disposición de compilarlas y traerlas todas aqui. Hoy tengo la memoria llena y necesito procesar los datos, con la calma, sin ninguna prisa. Hay tiempo...

martes, 2 de abril de 2013

Alternativas a Google Reader para desesperad#s...

Aqui, entre otros lugares...

L#s agradecid#s ya podéis ir al cajetín de los comentarios a dejar vuestras palabras de reconocimiento a mi gesto altruista, valientes y educad#s... Comme il faut...

lunes, 1 de abril de 2013

Como si fuera a ser la última vez...

He mirado todas las cosas y los paisajes. Cada palmera y las gotas de agua y los rayos de sol. La lluvia y los platos. Las aceras del paseo y las olas del mar, sobretodo las nubes alargadas que parecían cabalgar el aire y que nos detuvimos a mirar con calma. Los caminos y la tapicería del coche o las góndolas del supermercado. Te he observado de reojo y por sorpresa y he visto cómo me mirabas. He grabado en la retina los silencios y hasta el ruido del viento cuando la puerta principal estaba abierta y había corriente de aire. He querido recordar las facciones de Karen y John y me he impregnado del azul de la piscina, que cruzaba con mucho cuidado, consciente de cada brazada. He corrido delante de la tristeza, escapando. He pensado que quizá la próxima vez no tengas más mi compañía, cuando vayas...