jueves, 20 de septiembre de 2018

Soy muy bruja...!

Todo sucede según lo previsto. Años creando en silencio esta realidad que está transformado la vida, desdoblándola. Lo más importante: te has deslizado dentro, te has instalado, también fuera. Y, una vez a solas, sin esconder explicaciones, nos dejamos llevar, como consumidores de psicotrópicos que no consiguen comprender el por qué de ninguna cosa.

Estrenamos momentos cotidianos mientras planeamos escaparnos, en una terraza en la que todavía es verano, intensamente...

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Segundo outing y tan fresca (y feliz)...

Como en aquellos tiempos (buenos, malos) pero disciplinados y puntuales, acudo a una cita ante el teclado con muy poco tiempo. Y es que una no estrena varias vidas de manera simultánea cada día...

El segundo descendiente y primogénito fue oportunamente informado de las novedades y, como siempre dije (las madres somos madres y punto), y mira que lo he dicho veces, bajó la mirada con timidez y una media sonrisa e informó que estaba al corriente y que su vida continuaría sin ningún cambio. Tiene un largo recorrido de felicidad al que todavía no se ha habituado y lo sigue, con madurez, calma y sorpresa.

Me acompañaba mi descendiente menor, a quién pedí ayuda con complicidad. Resultó que fue más difícil para ella que para mí. Paradojas sorprendentes.

Han cambiado las normas con mis promesas de transparencia y con mis juramentos innecesarios de comunicación, mis disculpas sinceras y mi perdón por si alguna vez pude hacerlo mejor de lo que creí entonces.

Y eso, hoy, era lo que yo necesitaba. Ellos dos, al corriente. No mucho más pero nunca menos. Y quince años o más proyectando unos minutos de conversación, respiración, silencio, timidez, vergüenza y alguna lágrima (ninguna mía; soy de granito) te acaban preparando desde el inconsciente más desconocido e ingobernable. 

Así que llega el momento y te explicas y te abres y no hay ni siquiera nervios, de tan natural e interiorizado como ya lo llevas. Y de repente todo es distinto...

sábado, 1 de septiembre de 2018

Primer outing vertical...

Hay fechas y momentos, aromas y sonidos que se tatúan en la memoria. Y dejarlas aquí es lo que toca.

Yo, que soy de memoria mala solamente para lo que no me interesa, quiero dejar apuntado para mi mañana de buscadora de recuerdos que éste ha sido el año de los primeros monzones para ella, de cerrar un ciclo y una etapa, para ambas. Se va unos meses y mi nido se vació de descendientes. Por completo. Ninguna pena por mi, felicidad por ellos.

Antes de eso, de que se marchara facturando dos maletas de 75 cms, había que hablar un secreto mal guardado durante mucho más de quince eternos años, que son los oficiales. No se preguntaba, ergo no se comentaba. Se sospechaba, suponía, imaginaba. Se atacan cabos como quien teje bolillos y los encaja, tan desesperadamente despacio... Pero el fin de mi intervención como educadora y ejemplo terminó hará ya un año y llegó ese inquietante momento de rasgarme naturalmente de pies a cabeza, deteniéndome en el corazón.

A un metro y medio de distancia en el sofá, cara a cara, solicitó conversar sobre eso. Lloró y reimos. Escuchó y pidió confirmar y resolver dudas. Dió nombres y acertó. Fui como soy y dije toda mi verdad, sin artificios ni subterfugios.

Apenas queda nada que esconder y todo por compartir. Le agradezco en el alma esta bendita liberación. Eternamente...