lunes, 20 de enero de 2020

Ahora mismo...

Hace algunos meses, que podrían ser algún año ya, que algo me empuja a modificarme, a cambiar, rediseñar mis rutinas. Siento que necesito romper todo, con todo, soltar y reconstruir desde las bases. Esto llega después de algunos episodios traumáticos que han hecho un magnífico trabajo de renovación conmigo. No creo que sea el capricho de la década ni el sueño de la edad, ahora que las cosas bajan y empiezan a caer, por su propio peso.

Despierto deseando circular en coche por el sur del país que nos limita al norte, sin rumbo, en busca del Lugar en el que quedarme algún tiempo. O montada en un fast ferry por el Egeo hasta dar con la isla en la que encalar unas paredes convertidas en Casa. Especialmente sueño con rodear este mundo durante unos meses y detenerme en cualquier lugar en el que se respire paz, creatividad, alegría y luz.

Insisto. No hablamos de caprichos. No es lo inalcanzable. Tampoco el espacio para fugarse de una realidad gris. No. Son las ganas de verdad. Lo posible. La misión y el ikigai. Ahora. Se trataría de planear y organizar. Y comenzar subiendo a un coche. O a un avión. Tanto da...

2 comentarios:

  1. Algunas veces solo se trata de variar el "modus vivendi" y no tanto el cambiar de lugar. Suerte con la decisión.

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  2. Eso, cambiar el "modus vivendi" lo voy haciendo a menudo. El reto es moverse, desplazarse, conocer...

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