Domingo. 5h43. Despierta. Lo que en otro tiempo era impensable deviene real.
Mercurio retrógrado, el cierre de una etapa de siete años, regeneración celular, destrucción de todas las certezas, procesamiento de duelos... Difícil encontrar una respuesta simple al cúmulo de cambios que generan la necesidad de tomar decisiones como si fueran cualquier cosa [unas aceitunas, agua con limón, el sol...].
Debería ordenarme, priorizar, reflexionar y comenzar con los cambios, inevitables, que se me echan encima. Sin prisa, ya sé. Con lo difícil que resulta eso cuando de naturaleza eres impaciente... Pero está formando parte del aprendizaje y de la vida, al final. Que va pasando y a veces no la aprovechamos.
Acabará teniendo ventajas esto de no sentirse parte de ningún lugar, de poder levar el ancla y mover una vida entera, de estar desapegada de objetos que sabes prescindibles y evitables, de no deberse a nadie porque todos somos mayores y responsables de nosotros mismos...
Seguramente acabará teniendo ventajas. Aunque ahora, por el momento, sea incapaz de adivinarlas...
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