Ayer por la mañana nos despedimos sin hablarnos. Es decir, no nos despedimos...
Salió del coche cuidando de no dar un golpe demasiado fuerte, que siempre le pido lo mismo: "con cui-da-doooooo". Y no se volvió a verme, después de dar los tres o cuatro pasos habituales. Solo pude seguirla, el corazón pequeño, viendo su gran cartera y su melena con mechas rubias. No se volvió. No me quedó otra que acelerar suavemente y dejar que desapareciera de mi campo de visión. Sin una palabra, si poder adivinar cómo se sentía...
El día transcurrió difícil, lento. Por la noche no la vería, que el miércoles no regresa a casa. Decidí aprovechar el silencio del sofá vacío y cancelé cualquier encuentro. Me sorprendió su letra, poco cuidada, apresurada, en una pequeña hoja de papel. La primera palabra era "perdón" y luego una petición de tipo práctico, bien planteada.
No me apetecía sonreir. Perdí un par de lágrimas entre la televisión y el baño. Deduje que tampoco su día había sido feliz, porque había recordado que en estos casos siempre le digo que hay que pedir perdón, solo si nos consideramos culpables o responsables de algo. No es bueno callar. Es una palabra que abre todos los caminos.
Minutos después el móvil. Su voz. De nuevo su "perdón". Tanto me alegró escucharla, tanto... Mantuvimos una conversación muy breve, que dirigí yo, en la que no eran necesarias las palabras, solo algún silencio, únicamente el tono, el timbre, la entonación...
Estuve arrastrando todo el día la tristeza de nuestro enfado y el miedo a que algo se hubiera roto entre nosotras. Su voz me liberó y la liberé a ella. Volvía a sonreir...
Me acosté temprano y la eché de menos a mi lado. Seguí avanzando en mi libro. me costó dejar de llorar...
Algunas veces te envidio.
ResponderEliminarHe dicho algunas.
Acabas de fabricar uno de esos super lazos que nadie podrá nunca romper.
Y me ha gustado mucho lo que he sentido al leerte.
Es que eres lo másssssssssssssssssssssss.
Me alegra que un sentimiento de tristeza tan profunda pueda gustarte. De verdad.
ResponderEliminarUn beso, festivo.