lunes, 26 de octubre de 2009

Esperanza...

Es uno de los lunes más alargados, extensos y a la vez intensos. La piel adormece tras haber revivido y en la cabeza resuenan aún las palabras hilvanadas en forma de conversaciones, de silencios, de respiraciones. Te duermes en mis brazos y súbitamente tomo consciencia de cuánto siento por ti. Te despierto y te lo cuento, porque sé que no te molesta, sino todo lo contrario. Me regalas unos abrazos larguísimos en la moche y cortos por la intensidad. Sé que mañana ni siquiera pensarás que se te interrumpió la noche y tampoco recordarás las confesiones a media voz, a medio hablar, casi callando, en una habitación familiar con la que ningún lazo jurídico nos une. Y sin embargo. Tenemos tantos destinos repasados, sumados, mejorados. Y ahora llegan de nuevo los que hay que volver a plantear, que el tiempo pasa y la imaginación está en activo, soñando y proyectando y creyendo que quizá, por fin, vaya a llegar el viaje que siempre has soñado por inalcanzable e imposible. Como tantas cosas que no entraban en los planes y al final... Y es que una nunca sabe... por eso es tan importante soñar, sin perder ni un segundo la esperanza...

2 comentarios:

No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!