miércoles, 12 de mayo de 2010

Lluvia...

De pronto la lluvia...

Mis planes mutan con el paso de las horas y el destino se ha visto modificado por razones caprichosas e impredecibles. Si no es posible volar, si no se puede asegurar ni la ida ni el regreso, nos queda la carretera. Unas horas de soledad interrumpida con algunas voces y conversaciones. La música. Parar en algún momento y sentir que no debo entretenerme, me esperan.

De pronto dejó de llover...

4 comentarios:

No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!