Un miércoles que parece lunes. Un cielo gris cubierto por infinitas nubes blancas, alargadas, que se rompen y se desplazan despacio. Los restos de los vientos de levante. Incertidumbres. Una espera y un paréntesis, todo en suspensión. Todo, todo. Una voz sin rostro y éste ya olvidado. Provisional. Una luz opaca que no me obliga a entornar los ojos. La desgana. Invoco en silencio, concentrada, a mi fuerza de voluntad, que es tiempo de decisiones. Una jaqueca provocada por un elefante sentado sobre la cabeza con la trompa descansando sobre la nariz. Quizá no sea exactamente tal y como surgió per al menos se le parece. Mucho. Son las noches más largas. Al menos hoy me distraje un poco con los bomberos que utilizaban una sierra mecánica para cortar un árbol caído sobre la calzada. Entre el ruido y las luces han conseguido decorar mi insomnio. Retomé sueños, pero era algo tarde porque ando bostezando por los rincones, como si hubiera pasado la noche en vela, contigo…
Vaya, qué cosina leerte, ánimo!
ResponderEliminarCreo que has cambiado el nick, ¿no? Gracias por los ánimos!
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