domingo, 17 de octubre de 2010

Quinientas duchas...

Un par de días de desconexión, de descompresión. A menos de quinientos kilómetros. Miles de pasos [perdidos, seguidos, rítmicos y acompasados, cortos, de lado] y cuatro restaurantes. Palabras, silencios, abrazos y besos: incontables. Dos desayunos. Siete horas seguidas de sueño. Dos y media para regresar contemplando, distraída, los paisajes. Doscientas sonrisas. Caricias a un metro por hora. Ah. Y quinientas duchas...

1 comentario:

No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!