Voy borrando párrafos entre contracturas y tecleo deprisa para acostarme rápido. Día infinito ante un teclado, con plazos que respetar, presión, acumulación de asuntos, teléfonos sonando simultáneamente, reuniones y practicando la negativa antes tan desconocida. No tengo nada por decir que no haya dicho una y mil veces, con pequeñas variaciones en las palabras, en las consrucciones y/o en los giros. Semblante serio, como de enfado. La tensión acumulada en la base del cuello y la sensación de tener el cerebro [eso tan pequeño que debo tener bajo el pelo] como inflamado. Los ojos entrecerrados ahora, que acabo de despachar una consulta que nadie exigía. Sí, a estas horas. Y es que algun#s nunca cambiaremos...
Agota la lectura de tu día. Imagino el cerebro a estas horas como pelota de ping-pong en blanco. Espero que tras descanso, con la disposición, que no las dimensiones, de una colorida pelota de playa ;).
ResponderEliminarY sí, lo mejor está por llegar,... (¿no es irónico el título del post, no?)
Besos sparkling!
No, no es ironico, silbante. Es una firme creencia. Y anda que las horas en las que comentas...! Una burbuja y feliz dia, en cuenta atras.
ResponderEliminarEse elefante que a veces se pasea por tu cabeza...
ResponderEliminarFíjate, sparkling, "infinito" es un adjetivo de ida y vuelta, con tantas connotaciones, pero cuando hablas de tu "día infinito" nos sitúas en la base de la montaña y sin sherpa. Ánimo: son pocos y cobardes :)
Ah, yo también creo.
Un beso de jueves. Ya.
and babe wont it be fine...
ResponderEliminarEl elefante no se pasea, Victoria. Se sienta sobre ella, con la trompa sobre la nariz y las patas delanteras frente a cada uno de mis ojos. Al fin jueves! :)
ResponderEliminarFarala: a Dios gracias, creo...