Cada mañana pienso que se me está acabando la crema de cacao que compré en ese callejón del Barrio Gótico de Barcelona, tan cerca del Museo Picasso, cuando todo era cálido. Confieso que me cuesta tirarla y no entiendo que hayan regresado mis tendencias fetichistas de adolescente, que creía superadas. Un paseo. Algún día será imposible guardar el cilindro inútil del tubo vacío, sin cacao. Y acabará por salir de casa y nunca más me acordaré de él. No comprendo que pueda llegar a sentirme nostálgica ante la ausencia de lo que todavía no he perdido y me parece tremendo porque eso no me sucede solamente con los tubos de crema de cacao a punto de acabar sino con cosas, digamos, algo más relevantes. Y, por la misma regla, no digo nada acerca de lo que realmente puedo llegar a sentir ante una pérdida de las que quitan la respiración, encogen estómagos, generan llanto incontrolado e insomnio y/o anorexia [en el sentido literal, claro]. Y eso sí que no me cambia con el paso de los meses y de las diferentes vidas, no. Punto dramático que nunca he negado y que voy manteniendo a raya con cierta dignidad y no sin cierta pereza. Tantos años...
De dramática a dramática, te entiendo tan bien¡¡¡
ResponderEliminarVerás, desde hace días, cada vez que abro un cuaderno pequeño de pastas azules, siempre acaba volando por los aires el vale de una consumición: dos copas de cava. Lo guardo. Yo, que he tirado tantas cosas. Seguramente, de la misma manera, sigo guardando respiraciones, cicatrices y rayas de persiana.
Un beso muy nocturno, sparkling.
Cuaderno azul indantreno o normal? Es que eso lo puede cambiar todo... Comprendo que guardes ese tiquet: marco comparable a los mejores de todo un mundo!!! Y creo que fue una invitación, además. Feliz jueves, dramática.
ResponderEliminarConfieso que yo sigo guardando un botecito de crema mentolada (parecida al vaporub) que me regalaron durante un paseo por los bosques ingleses un invierno navideño del siglo pasado (1992 +-).
ResponderEliminarMi media naranja se ríe de mi porque lo llevo siempre encima, incluso en verano lo tengo cerca.
Me da pereza saber el motivo de porque siempre lo tengo cerca... sobre todo porque lo uso muy poco... misterios de mi subconsciente.
Echo de menos el Invierno de los bosques ingleses (sniff)
Azul de indantreno. Lo dudaba usted? Es que tiene un brillo...
ResponderEliminarMe vino a la cabeza aquella Nostalgias, cantada por Calamaro...y alguna noche de primavera en la terraza del Museo Textil.
ResponderEliminar¿No te pierdes con la nostalgía algo de lo presente, de lo que no has perdido?.
Besos sparkling, empezando a llover :)
Ey animo... Seguro habrá algún frasco nuevonpara tu a la vuelta de la esquina...
ResponderEliminarUn abrazo :)
Victoria: lo sospechaba. Gracias.
ResponderEliminarsilbante: precioso lugar, el patio de ese Museo. Buen gusto. Y juro que no me pierdo nada. Lo que pasa es que suelo escribir las nostalgias y no las felicidades. Cuestión de carácter. ;)
M2010: bienvenida otra vez, mujer feliz! y buen año nuevo!!! :)
Gracias!! Feliz feliz!! EXCELENTE AÑO PARA TI TB
ResponderEliminarmmm me suena o quiero recordar que ya comenté algo parecido a esto ? .... mmmmh ;)
ResponderEliminarSeremos siempre iguales amiga.
:)
Besos.
Mizar.
Oye Mizar! un poco tonta, tú! :P
ResponderEliminarSeremos siempre estupendas. No lo dudes... ;)