Una cura de sueño y todas las horas en casa, acompañada y sonriendo, aprovechando para organizar los caos, actualizar asuntos pendientes, coadyuvar en técnicas de la memoria y recibiendo abrazos y algunos besos. Los que de mi descienden me miran directamente a los ojos con un descaro infantil o también desde arriba y con el pelo revuelto, demasiado largo de nuevo. Me rio de sus ocurrencias de la misma manera en la que ellos se rien de mis deslices, de mis lapsos, de mis olvidos y hasta de mis momentos de duda. Me disparan preguntas difíciles sin avisarme ni dejar que yo sospeche algunos minutos y creo que la única forma de ser de verdad es siendo verdadera, sin modificarme para ellos ni buscar versiones políticamente correctas en las que no creo. No creo en que las mentiras den buenos resultados, aunque a veces sean imprescindibles y garanticen más de una supervivencia...
Es fácil mentir, lo difícil es mantener la mentira. No sé si a veces es necesario mentir...no sé... Si la vida se basa en la imperiosa necesidad de resultar valiosos y geniales, entonces la mentira es el mejor de los caminos.
ResponderEliminarA los descendientes es mejor ofrecerles la versión original de nosotros mismos.
Veraces besos, sparkling.
Saber SER con todos es el resultado de un aprendizaje continuo y de un no dejarse atrapar por las mentiras facilonas...
ResponderEliminarAinsss, esos locos bajitos que en tantos apuros ponen a los adultos con sus preguntas...
ResponderEliminarYo también soy partidaria de contarles la verdad, aunque sea una verdad adornada, adaptada, pero la verdad; que luego es un chasco cuando la llegan a conocer, y hasta pueden perder la confianza en ti por no habérselo contado...
Aunque también, a veces, soy partidaria de las medias verdades piadosas... Porque es cierto que garantizan alguna que otra supervivencia...
Besicos
Victoria: siempre se ha dicho que para mentir hay que tener buena memoria...
ResponderEliminarChris: bienvenida. Quizá tampoco haya que dejarse llevar por las verdades facilonas...
Marilia: medias verdades. Medias mentiras. Parece que nunca podamos ser completas... Un beso.