Creo firmemente que a lo largo de la vida se nos ofrecen cientos de posibilidades de vivir otras: sub-vidas o algo similar. En algunas ocasiones, es posible elegir la dirección a tomar. Y en otras sólo cabe acatar decisiones o elecciones ajenas. Nada es, a veces, negociable y solo queda dejar que pase tiempo para acostumbrarse a la renuncia y a ir tejiendo una nueva etapa o sub-vida. De pronto me sorprendo reconociendo, en la intimidad de mi propio silencio, que he protagonizado ya varios de esos cambios, a pesar de que suelo pensar de mi misma que llevo una existencia moderadamente aburrida por lo estable que viene siendo en los últimos años, tras la gran caída. Y así, hoy, me observo y concluyo que, de manera imperceptible, he mudado de despacho, de lugar, de entorno, ocupaciones y responsabilidades, de protagonistas [que no figurantes] y acompañantes; hasta de horario. Ha sido sutil y lento, progresivo y hasta dulce, con sus nostalgias y su extrañar, pero nada traumático. Y, de pronto, así estoy. Y ahí estoy...
Todo cambia, a pesar de que todo sigue igual...
ResponderEliminarAsí estoy...Ahí estoy...En un folio en blanco (todavía) infinito.
Buenas noches, sparkling. Besos a babor y a estribor.
Diriase que me parafrasea Usted, Señora...
ResponderEliminarSiempre con la intención de glosar que no de remedar:) No se habrá molestado...
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