Cuento con embarazo que mi vida se mantiene estable desde hace algo más de cinco años. Desde que te fuiste. Nunca se me ha dado bien la soledad y no me tomé mucho tiempo para decidir si tu lugar lo ocupaba otro alguien. Así fue, como siempre sospechaste. Y así me tienes, desde entonces. Maravillosamente estable. Tediosamente. De forma crónica y hasta cronificada. Equilibradamente en estado de estabilidad. Estabilizadamente en quilibrio y todas las variantes que seamos capaces de conjugar. Cuidado. Con cuidado. Que las variaciones, también, son finitas. Y no hablo del grosor de nada. Y así voy avanzando, sin preguntarme la dirección que espero seguir ni el objetivo que pretendo alcanzar. También he substituido nuestros objetivos. Por otros que también es plural...
Una Coca-Cola y una sonrisa, la vida se ilumina, una Coca-Cola para compartir, así quiero ser, yo quiero ver, al mundo entero sonreir también... Perdón, pero no me he podido resistir, me vino a la cabeza con el título del post. :p
ResponderEliminarY sí, bien cierto es sparkling que son agotables (y no porque cansen ¿?) las posibles formas de conjugar equilibrio y estabilidad en una misma frase, como también existen días en que no se pueden conjugar.
Besos de equilibrista ;)
Lo que más me gusta: que avances sin preguntarte dirección ni objetivo. Te lo robo, con permiso, y lo cuelgo en mi...alma-cen.
ResponderEliminarUn beso. Con zapatillas, pijama, botellita de agua, libro...
silbante: recuerdo la canción, como buena fan de la bebida... Besos, finalizando la semana. :)
ResponderEliminarVictoria: de regreso al barco pirata, entonces... Besos.