Tengo millones de microplanes porque los de tamaño medio se me escabullen de entre los dedos a medida que avanza el calendario y en la última semana me quedé al cincuenta por ciento. Hablo de vacaciones. Y es que nadie me lo ha pedido pero es una cuestión de dignidad y decencia. Nada más. Eso afecta a terceros, naturalmente. Que, por el momento, resisten el tirón. Hasta que un día tense tanto la cuerda que se me rompa ante los párpados y llore todos los dolores. No negaré que todo lo que está sucediendo me compensa, aunque pueda parecer mentira. Cierto que me gustaría poder alejarme de las obligaciones cada mes un par de semanas, por ejemplo, y cruzar el mundo, los hemisferios, los paralelos y sobrevolar mares y hasta navegarlos. Pero eso no entra dentro de los planes inmediatos, así que no hay que entretenerse demasiado. A mi no me gustan las heridas y tampoco suelo lamerme las propias. El tema está en que, siendo positiv#s, este fin de semana me ha repuesto, regenerado, reforzado y restituido, por citar algunos res. Y es que el sueño y el sol son dos magníficos bálsamos para mi, como lo son el ginseng y la melatonina. Aunque hay que estar preparad#s, que mañana vuelve a ser lunes. Y este no va a ser nada fácil. Nada...
Nada mejor que un mojito para empezar la tarde de un lunes...
ResponderEliminarSaludos
Pero nada nada.
ResponderEliminar¿Sabes? Los "microplanes" son más fiables por su inmediatez, el resto es pura entelequia.