De pronto los nervios y algún tic nervioso, aislado de momento, en el ojo derecho. Ansiedades varias y largas jornadas. Y la mente en diez proyectos, necesitando unas horas para hacer la inmersión en uno tras otro y sentir que regresa el órden. Un montón de cosas, la verdad...
Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...
miércoles, 25 de abril de 2012
Yo, si no me lo apunto...
No son manías persecutorias. Seguro. Tampoco son imaginaciones mías ni supersticiones. No tengo desarreglos emocionales ni me creo el centro de todas las dianas. Carezco de síndromes pero tengo un convencimiento firme: se me acabó la racha. Hace algunos días en los que no hay nada que hacer, todo sale torcido, de una manera distinta a como estaba previsto, se rompen los esquemas y las previsiones; lo intento, me recuerdo que toda la vida no puedo ser tratada como la menor en una família numerosa, como la enferma grave en un hospital de terminales, como la anciana con mala visión a quien hay que ayudar a cruzar la calle, el foco de todas las atenciones. Me lo recuerdo y resulta fácil asumirlo porque lo tengo procesado y sé que la vida puede ser bondadosa pero tiene el registro de malo de la película de asesinos y psicóticos. No pongo almohadillas porque prefiero que estos malos sean de un género aparte, específico, distinto, rudo, preciso y sobretodo distante y carente por completo de interés. Ya me perdonaréis.
lunes, 23 de abril de 2012
No por liviana, aunque...
Estoy intentando interiorizarlo y que sea imperceptible desde fuera. Es algo que siempre he hecho muy mal: disimular. En puertas de una reunión en la que, como no me esmere un poco, será lo primero que se comente o se piense, según la valentía de cada un# y de la expresión de mi cara. Que mi humor debe reflejar una mala noche. Intento pensar si es solo eso y me bastan unos segundos para saber que hay tantas otras cosas, que voy dejando ahí, a un lado, que van perdiendo importancia frente a las urgencias del día a día; al final, son de agradecer. Y de detestar, naturalmente. Ninguna intención de hacer una relación exhaustiva, pero conozco perfectamente la sensación de rabia pegada justo debajo del esternón, cada vez más difícil de contener, hasta el punto de que hoy se me escapó con el primero que anda por ahi como aprendiz de jefe y aires de cualquier cosa, contento por un reciente ascenso no comunicado que le habrá costado el pisar a un incontable número de colegas. Hoy saldría corriendo de aqui, aunque, como desconozco dónde vives, no sabría bien hacia dónde dirigirme, si al norte o al sur. Tanto como voy callando, como ya no me digo e incluso me justifico a veces, condescendiente, triste. Somos reflejo y somos imagen, aunque haya días, como hoy, que más me recuerdo a una sombra...
sábado, 21 de abril de 2012
Como tonta...
De pronto me cambian los escenarios. Vuelo y los lugares son nuevos. Hasta aquí, todo blanco cuando escribo. Es difícil adaptarse a tanto cambio, en especial de todo lo cotidiano, a tanto vacío como van dejado al marchar, todo tan definitivo. A veces, me gustaría explicarte cosas, contarte que nada es lo que parece, que te sigo queriendo a pesar de. Y decirte que me gusta vivir esta vida desordenada, despertar en habitaciones nuevas, conocer, observar y escuchar, comprendiendo tan poca cosa. Tantas veces volaría contigo o te llevaría a mi lado, que no sé si es lo mismo o lo que preferiría. Olvido lo peor y solo me guardo lo bueno...