miércoles, 25 de abril de 2012

Yo, si no me lo apunto...

No son manías persecutorias. Seguro. Tampoco son imaginaciones mías ni supersticiones. No tengo desarreglos emocionales ni me creo el centro de todas las dianas. Carezco de síndromes pero tengo un convencimiento firme: se me acabó la racha. Hace algunos días en los que no hay nada que hacer, todo sale torcido, de una manera distinta a como estaba previsto, se rompen los esquemas y las previsiones; lo intento, me recuerdo que toda la vida no puedo ser tratada como la menor en una família numerosa, como la enferma grave en un hospital de terminales, como la anciana con mala visión a quien hay que ayudar a cruzar la calle, el foco de todas las atenciones. Me lo recuerdo y resulta fácil asumirlo porque lo tengo procesado y sé que la vida puede ser bondadosa pero tiene el registro de malo de la película de asesinos y psicóticos. No pongo almohadillas porque prefiero que estos malos sean de un género aparte, específico, distinto, rudo, preciso y sobretodo distante y carente por completo de interés. Ya me perdonaréis.
De pronto los nervios y algún tic nervioso, aislado de momento, en el ojo derecho. Ansiedades varias y largas jornadas. Y la mente en diez proyectos, necesitando unas horas para hacer la inmersión en uno tras otro y sentir que regresa el órden. Un montón de cosas, la verdad...

4 comentarios:

  1. Habrá que pensar que los caballos de los malos siempre son más lentos, y se les ve venir de lejos con toda esa polvareda que levantan. Que cambie pronto la racha, sparkling.
    Un beso.

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  2. Ánimo! Todas las rachas, también las no tan buenas, acaban!

    Besos

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  3. silbante: (anda que las horas a las que comentas, también...) como se nota que el oeste se lleva pegado a la piel, ¿eh? ;) Beso. Grande.

    candela: que se lo digan a nuestros dos equipos mejores del mundo, si no... oooops, que a ti no te gusta el furbo... :S Beso.

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  4. Yo soy la mayor de cinco. Y es un truño. En todas las fotos salgo con niños encima, me los encasquetaban a mí... Iba para madrecita. Y para médico, y para arquitecto... No te cuento desde cuando me dura la racha...
    Si los gatos siempre caen de pie, y las tostadas por el lado de la mantequilla... ¿Qué pasaría si atas en la espalda de un gato una tostada con mantequilla (y lo tiras por la ventana, claro)?

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!