viernes, 21 de septiembre de 2012

Es tan frustrante...

Hace tiempo que vengo tratando con ell#s. Impecables y exquisit#s en el día a día; confiables, correct#s y educad#s. Probablemente demasiados convencionalismos y formalismos para nuestro gusto. Hay que extremar el cuidado para no caer en coloquialismos y dejar que la confianza se instale en la correspondencia, por ejemplo. Cuando la relaciones son de largo recorrido, no es tan simple. Son riguros#s en sus obligaciones y perfeccionistas y generalmente es fácil trabajar con ell#s.
 
Hablo de los japoneses y de las japonesas. De es#s compañer#s que trabajan mientras dormimos y con quienes es difícil coincidir al teléfono y también físicamente: el viaje (que no he hecho...) es tan largo...
 
Sé que en ese país, entre sus gentes, no tendría ninguna posibilidad: tengo demasiado temperamento para el gusto nipón, ya no sé disimular mis impaciencias y allí las mujeres [aún siendo grandes profesionales] suelen guardar silencio, reprimir sus expresiones físicas en un excesivo control del lenguaje corporal e intervenir poco.
 
Recuerdo que hace un año una japonesa con las que colaboro estaba de visita justo en un momento de especial estrés, con vencimiento de plazo. Me tocaba organizar al equipo para tenerlo a tiempo y eso suponía coordinar respuestas de 30 personas en tres continentes con horarios distintos. A mi las piernas no me daban para zancadas más largas ni en las manos me cabían más expedientes mientras regalaba instrucciones a diestro y siniestro. Un espectáculo, vamos.
 
Sé que ella no lo ha olvidado.
 
En mi caso, ella hubiera mantenido las formas, caminando despacio, sin levantar la voz ni parecer resolutiva. Igual también lo hubiera conseguido...
 
A mi me resulta inimaginable quedarme a un lado sin participar. Y cuando tengo las cosas claras es obvio que mi tono y mi cuerpo entero lo evidencian, sin querer. Tampoco soportaría que las convenciones no me dejaran intervenir, claro.
 
Entre los musulmanes y estas otras culturas, las mujeres europeas deberíamos estar dando volteretas de felicidad, de manera ininterrumpida, hasta sacar la primera papilla...  por lo que tenemos y a veces dejamos de valorar. ¿Es sabido que el paraíso mundial del top less es España? eso que nos parece tan natural...

5 comentarios:

  1. Las diferentes culturas tienen, a nivel de salud, sus ventajas y sus inconvenientes. Sabemos cuáles son las consecuencias del estrés; habría que ver cuáles son las de la contención casi permanente de las emociones.

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  2. En mi opinión me contengo bastante. Para algunas personas que trabajan conmigo, digo todo lo que pienso. Mi naturópata me dice que tengo que dejar salir todo lo que se me queda en la garganta en forma de palabras.

    Aunque evolucionemos personalmente, queda nuestra esencia.



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  3. Aquí en calidad de europea ;) yo también me tengo muy controlada y desde ahí a menudo me contengo para por si acaso y otras me fuerzo para aparentar resolución. Porque si ellxs tienen que mostrasrse contenidxs, nosotxs tenemos que mostrarnos resueltxs, con las cosas claras, activxs, hacendosxs, confiadxs, amistosxs y dicharacherxs pero firmes. También me fuerzo para participar en mucho que y-a-mi-qué-me-importa-todo-esto.

    Lo del topless...y creemos en la libertad sexual...y en la plenitud sexual...creemos tanto que nuestra vida laboral no nos deja tiempo para muchos otros compromisos, hay que escoger y por lo general optamos por compatibilizar el compromiso y/o esclavitud profesional con un compromiso con otra persona del tipo "me pones...construyamos nuestra vida juntas...mientras me sigas poniendo...y el día que ya el sexo no sea pleno deconstruyamos nuestra vida juntas y caígamos quizás al vacio pero eso sí, abiertas a encontrar de nuevo el Gran Polvo Apasionado"

    Bueno, lo he escrito sin pensar mucho pero algo, un poco, me iba en contra mientras te leia. Al mismo tiempo estoy de acuerdo, un algo jj, contigo.

    Está genial escrito.

    Besines

    Bèi

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  4. bea: algo pero no mucho... :S

    De Luna: a l#s mi#s se les ve saludables... Campeon#s...

    María: queda la esencia pero me temo que a fuerza de contenerla la vamos modificando... crecemos, evolucionamos, cambiamos... es ley de vida!

    Bèi: bienvenida y gracias por el "post/comment". ;) Mezclas un poco el tema del "amor como bien de (gran) consumo" y el te-quiero-mientras-no-aparezca-alguien-mejor-que-tú, en cuyo caso se da la patada más o menos educada y traumáticamente y se empieza la siguiente historia. Eso antes no era tan acusado y ahora está en el orden del día. A mi me sigue sorprendiendo. Un poco. Solo un poco... :)

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