martes, 9 de octubre de 2012

Has vuelto tú a mi memoria, de manera tan infructuosa e inútil como siempre...

[Qué título tan largo...].

Siempre con prisa y hoy no ha sido la excepción. Una dirección céntrica a media tarde, pero retrasadísima. Desde la Diagonal he escogido Muntaner para llegar a Aragón y a su flamante escuela de negocios [where business people grow...], sin caer en la cuenta de que esa era tu calle, la nuestra. Primero, he alzado la mirada a la izquierda, al primer piso, y nos he visto fumando en la ventana, en el intermedio de cada clase, apurando los minutos, las conversaciones, los silencios, el humo y los nervios. Inmediatamente después he mirado a la derecha, a la misma altura del principal, dónde vivías con tu madre y tres hermanos menores, dónde me enseñaste las caricias y los besos en largas tardes de estudio que no nos llevaron a ninguna parte a nivel académico [bueno, a mi a algún lugar impreciso; a ti, a un matrimonio fabuloso con un flamante heredero de esa burguesía empresarial tan nuestra... Me quedo con lo mio, por cierto...] y a tantos lugares en el plano sensorial. Nos he visto y al no reconocerte en la cara de nadie, he recordado que han pasado unos escandalosos treinta años. Treinta. 30. Y creo haberte encontrado dos veces durante ese lapso de tiempo, sabiendo que nunca te has marchado de nuestra ciudad, que sigues viviendo aquí, educando adolescentes despreocupados y difíciles, conviviendo con alguien a quien no amabas entonces, sin profesión conocida. Es imposible tanta crueldad y no sé si el destino es el único responsable. Tampoco sé si sería capaz de reconocerte hoy. No sé si te encontraría en la calle, entre tantas caras, entre bocas sonrientes, el cabello tan distinto. Ni tú. Ni siquiera tú y tampoco tú. No me adivinarías hoy, estoy segura y quiero seguir así, creyendo que nos sobrepasaremos por las calles céntricas que debemos frecuentar y nos omitiremos, sin querer, para siempre y para todos los restos de esta vida que avanza en décadas demoledoras, sin vuelta atrás...

3 comentarios:

  1. ... no remuevas el pasado ... ;)

    besos

    mizar

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  2. Lembranza? Saudade? No son lo mismo

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  3. mizar: se mueve solo!!!! :)

    cereza: llamémoslo nostalgia, ¿vale? esos besos...

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!