Nunca me enamoraría de quien ha perdido batallas y espera en soledad a que lleguen milagros. No me gustaría sentir que rescato de los pozos y de las lágrimas y de las dudas más trascendentales. No querría abrazar a alguien que no tiene ninguna posibilidad de ser abrazada y es el último recurso, la única posibilidad y la vez final, que eso se nota. Lo cierto es que apenas sé enamorarme, más allá de responder impulsos ajenos, empeños y ganas. Me enamoré una vez, activamente y [como no podía ser de ninguna otra manera, perdón por la inmodestia] salió bien. Todas las otras, diría, me dejé y me consiguieron. Suena fácil lo que fue casi imposible. Y diría que imposible, sin el casi, si no conociera el final. Que me conozco.
A veces me preocupa la imagen de intransigente que proyecto, absolutamente sin querer. O la de estricta. También la de impaciente y perfeccionista. No puedo comprender que todo eso, que es, se trasluzca tan clara y fácilmente. Quizá ell#s sean mucho más perspicaces de lo que aparentan y me tengan engañada. O no. Pero lo que me incomoda son los comentarios que acompañan el uffff de rigor. No sé si eso pueda tener arreglo, aunque lo cierto es que a los resultados me remito. Supongo.
Proyecto días a solas, lejos, con la cara bien alta y sin jugar al escondite. Que todo el mundo tenga la información y que nadie intervenga, incomodando. Nada de eso. Vivir de espaldas a todo tiene un precio. No compartir con nadie que el corazón revienta es una canallada. Y lo digo perfectamente consciente de las imperfecciones, de los no puede ser y de todos los es imposible que se me agolpan en la garganta mientras tecleo. Tendríamos que ser consecuentes, siempre, a todas horas. Caminar con la barbilla levantada de quien tiene todas las conciencias en calma, nada que disimular, nada que esconder. Mucho menos todas esas cosas tan bonitas. Menos enamorarse de alguien que ha perdido...
A ver, Esa expresión que empieza por la quinta vocal acompañada reiteradamente por la sexta consonante ya se sabe, o dice mucho o nada, simplemente un recurso más.
ResponderEliminarEn cuanto al principio, completamente de acuerdo contigo, es más casi siempre cuando abrazas sacando a alguien de ese pozo egoista de amargura te quedas tú en él y ellos vuelan vuelan a veces sin percibirte.
Tercero, compartir por compartir, sparking, sabes que es absurdo, una debe proyectarse, vivirse y disfrutarse y si aparece esa persona con quién compartir hacerlo, pero nada ha de ser forzado, siempre sale mal y sufrir por sufrir...
En mi caso esa autoprotección incluso me lleva a que me acusen de fría e insensible..¡qué sabrán las plañideras que van de esquina en esquina buscando pañuelos con que sonarse!!! En fin, la vida
Un saludo
pepa peres: loca me has tenido contando consonantes con los dedos de la mano derecha (para mi desgracia, soy diestra)... Gracias por compartir intimidades aqui, conmigo, guapa... :)
ResponderEliminarVictoria: aunque no escribas comentarios públicos y mandes tantos privados, deja que quede constancia de que vas a robarme el título de ayer para un verso. Te lo regalo. :D Por perseverante. Un beso.
pepa: me quedó tu apellido en portugués. Influjo del correo que estaba escribiendo... Perdóname!
ResponderEliminarPerdonada. Y gracias por compartir abstractamente tus cuitas con nosotras.
ResponderEliminarSparkling, sparkling...
ResponderEliminarGracias. Pues sí, me gusta para un verso.
Perseverante? :P
:)
Un beso.
Hablaba con una bloguera hace unos días y le decía que no me planteo tener una relación con una mujer de esas que necesiten ser rescatadas, que le note con la autoestima baja o que tenga una situación de paro prolongado. Pueden pensar que son prejuicios pero es que estoy convencida de que no saldría bien.
ResponderEliminarY alabo tu último párrafo. Cada vez más, necesito rodearme de personas que caminen con la barbilla alta y sin resguardarse en el argumento de que su vida sexual o sus sentimientos son privados...