A rachas y a trompicones. Las cosas van a fases y etapas y la que abro en estos días no es solo la navideña, que acostumbro a vivir intensamente y a celebrarla con un [para mi] largo asueto. Y blanco. En la etapa que estreno comienzan los madrugones otra vez, los aeropuertos y los taxis y las camas de hotel [que nunca he abandonado, en realidad], las muchas personas relacionadas con asuntos tan diversos a los que hay que adaptarse deprisa, las ausencias de la mesa del despacho y de las salas de reuniones; luego vendrán las urgencias, los recordatorios y hasta las exigencias. No puede ser de otra manera. Puede parecer imposible pero está llegando un momento extraño en el que se acumulan temas y se inician novedades que mejor llamar primicias, por la inexperiencia mía y las ganas que quiero ponerle. Nunca prometí nada. Siempre hay reuniones pendientes. Largas conversaciones y, al final, la certeza de que siguen quedando diferentes puntos por tratar y la incertidumbre de la próxima vez, entre viajes, en medio de las ausencias bilaterales. Me desplazo breve, me muevo deprisa. Pero eso no le sucede a todo el mundo, que debe tener otras obligaciones, atender distintas exigencias, aprovechar los días de calma y alargar, permanecer en lugares y tiempos. En cambio yo... apagaré un despertador a las 04:00 para seguir durmiendo un par o tres de horas más tarde camino al sur y deshacer el camino volado otra vez de noche, incorporándome tarde a lo que debe ser una jornada normal en la vida de mis descendientes. A Dios agradezco que puedan permanecer sin tutorizar y yo tranquila...
"Me desplazo breve, me muevo deprisa", dixit sparkling. :) Pues sí, sonrío, y es que ayer, en una mesa ovalada, rodeada de filólogos, yo hablaba de esto. Pienso...(icono de pensar). Nos podemos mover muy deprisa pero permanecer en el mismo sitio. Hacemos aspavientos, gestos, muecas, estiramos los brazos, los encogemos pero ahí permanecemos, en el mismo punto milimétrico. Desplazarse es otra cosa. Desplazarse implica perseguir lo que se desea. Ganar metros al camino. Pienso.
ResponderEliminarBuena entrada, sparkling. Parece escrita a bocanadas, casi sin respirar, escritora.
Un beso.
Victoria: moverse y quedarse en el sitio es un poco de idiota, ¿no crees? con la de vidas que nos quedan por vivir estamos para perder tiempos... Gracias por el comentario y hasta la buena crítica, Victoria. Única lectora y única comentadora, según parece... :( Beso y burbuja.
ResponderEliminar