Tengo fama de intransigente y siempre me he enfadado al oírlo porque preferiría ser de talante abierto y tolerante. Pero el paso del tiempo, aparte de dejar recuerdos en mi piel, me ha enseñado a reconocerlo, con toda la humildad imaginable. Lo cierto es que hay cosas que me resultan muy molestas e imperdonables. Una en especial. A saber: hay personas que dedican tiempo y atención a determinado#s amigo#s cuando están singles, impares, sol#s, sin pareja. Son l#s amig#s más maravillosos. Hasta que les aparece alguien. Entonces, en ese momento, el mundo se despuebla, la agenda se vacía, no hay actividades ni citas y tampoco llamadas de cortesía para el seguimiento más básico y elemental.
Soy de las que opinan que querer es poder y que encontramos tiempo para lo que nos interesa. No me sirven las excusas. Soy, como dije antes, intransigente.
Puedo decir un par de cosas: quien a mi me lo ha hecho ha sido borrad# de mi vida, de mi agenda y oportunamente bloquead# de estas nuevas formas de comunicación. Y yo, que [no presumo pero] nunca me he quedado sola, jamás he dejado de interesarme por quienes sabía pasando un momento bajo...
¡Me odiarías! No soy cambiante en cuanto a si tengo o no tengo pareja, solo soy una "descastá" en eso de las llamadas y el contacto periódico, solo cuando se tercia... siempre cuando me necesitan y algunas veces cuando lo necesito yo.
ResponderEliminarCandela: ¡no me lo puedo creer! ¿Y cómo adivinas que te necesitan? ¿te avisan? :P
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