lunes, 4 de febrero de 2013

Y sin embargo...

Con todas estas décadas a la espalda, a cuestas, a rastras y a trompicones. Con tanto tiempo impreso alrededor de los dos ojos y de la boca. La de lágrimas que he ido perdiendo por los caminos y las situaciones atravesadas. Parece mentira, con toda probabilidad: nunca antes estuve tan confundida. Y todos los sinónimos del verbo, así como la mayor parte de sus conjugaciones, me atropellan a estas alturas del recorrido, como si pudiera quedar impune y no padecer daños colaterales. Como si pudiera con cualquier cosa. Y nadie sospecha nada...

2 comentarios:

  1. ¿Has probado a parar y concederte el tiempo que necesitas? Me da la sensación de que tu cuerpo lo pide a gritos.

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  2. Completamente de acuerdo con Chris, y ya sabes pasa pçagina a los pretéritos, relajate el presente y disfruta el futuro...Pero creo que tu mente no te lo permite y ya sabes," mens sana in corpore sano".

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!