Llegan palabras de lejos y a media noche. Despierto de tanto en tanto y alargo la mano derecha para chequear la pantalla del móvil, que tiene el brillo al mínimo para no cegarme en cada intento. Y ahí está la compañía, la ilusión, las ideas y todos los pensamientos. El confort y un poco la sensación de paz. Solo un poco. Los tiempos andan revueltos y son de oportunidades para tod#s, a pesar de que en algunos casos sean retos maravillosos y en otros solamente el ir continuando, sin queja. También llega tu voz, precipitada y arañada a todas las compañías, como suele ser siempre la mía. A trizas e interrumpida, siempre. No manejo bien mi tiempo, tienes toda la razón. Tampoco puedo improvisar, como me gustaría por naturaleza. A veces, me regalo alguna licencia y rompo reglas y normas como la ingénua que soy y que no quiero dejar de ser, consciente de todo lo que queda por aprender, que me enseñen. Me sugieren que me pasee por mi compartimiento estanco y, como sería la primera vez, no sé por qué lugar se empieza. Sucede que yo solo tengo ganas de estar contigo y de invertir todo mi tiempo libre, escaso e insuficiente; pero todo lo que tengo. Porque después de soñarte hoy...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!