El espacio era muy pequeño y, sin embargo, acogedor. Las distancias muy cortas. Pero no hubo beso. Solo un breve baile de manos y todas las dudas y los miedos. Alguna caricia tímida y breve en una mano derecha que ni siquiera podía devolver nada y la mirada largamente clavada en algún lugar cercano a mis ojos. Ni te besé ni me besaste. A pesar de todo. Quizá porque se nos hizo demasiado tarde...
... o sucedió todo.
ResponderEliminarCierto. Los,principios forzosamente empiezan en algún momento... :)
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