jueves, 23 de julio de 2015

C'est encore moi...

Dejo un pequeño descubrimiento en forma de canción. En este link.

Curioso que me gusten tanto las canciones nostálgicas con letras que transmiten. Luego me gustan otras músicas y alguna vez, en plena locura, cuando me siento muy, muy bien, bailo como si estuviera sola en el universo o mis acompañantes fueran todos invidentes. Vale. A menudo eso sucede tras vaciar hasta el agua de los floreros. Pero es anecdótico, como digo...

También es curioso que me comunique mejor en modo drama que cuando, como ahora, estoy feliz de manera estable. No me gusta gritar estados de ánimo que puedan molestar a quienes no pasan por un buen momento. No sé si me educaron así entre todos o es cosa mía. Pero lo cierto es que cuando he escrito sobre felicidades con terceros solía tener una pistola cargada frente a la boca o en la sien derecha o bien un machete a dos centímetros de la yugular.

No es mi estilo. Yo, lo confieso, soy más de relato corto, de descripción detallada, de juego de palabras, modismos, acentos, dejes y cosas parecidas. Ni novelas largas que no sé desenlazar ni a bofetadas, ni historias de historia. También caigo a veces en la autobiografía porque aún me cuesta escribir lo que no he sentido nunca. Tampoco es mi objetivo, en realidad. La idea es comunicar algo, a veces concreto y otras no.

Y ahora, escuchando la canción linkeada en la primera línea de este post, en la terraza de casa y en bikini, con una copa de vino blanco y en modo zen salvaje, bajo un cielo azul indantreno con estrellas que titilan con fuerza, pienso en la idea de 'casa', como cantan ellos dos, y el hecho de extrañarse de alguien al irse lejos. 

También se puede extrañar a alguien a quien nunca has tenido? A quien comparte el sofá, la cama muerta, la casa y las rutinas? A los fallecidos? A quienes perdiste, dejaste de amar, comenzaste a odiar, te hirieron o traicionaste? Es posible echar de menos a quien te hizo sufrir?

Llevo bolso grande, con lo necesario, el cepillo de dientes imprescindible y el dinero justo para comprar lo que haga falta. Así que soy mi casa, cuando estoy contigo...

3 comentarios:

  1. Se puede echar de menos todo eso y mucho más y tú lo sabes (; Somos animales de costumbres y normalizamos lo innormalizable.
    Maravilloso estar en modo zen salvaje.
    Centripeto, sparkling

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  2. Te ha llegado mi comentario o tengo que volver a escribirlo?

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  3. Bueno, por si acaso... te decía que es muy bonito lo que escribes... y te agradecía tu paseo por mi blog, a pesar de que me cueste leer palabras así. Y también te dejaba un abrazo ;)

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