Quizá sea cierto que empieza a producir vértigo el pensar que nunca visitaré las Islas Feroe, Atacama, Pascua o Hawai. Ni el salar de Uyuni o Santiago de Chile. Mucho menos Nueva Zelanda. Que tampoco esquiaré en Japón o daré la vuelta al mundo o me embarcaré a recorrer un poco de mar. El nuestro.
Quizá esté encogida como un jersey lavado a ochenta grados, empequeñecida como un bebé prematuro o sensible como alguien abandonado. Ya no sé hacer planes y me asusta no acertar con lo básico, no saber desahogarme [hablo del ahogo que produce el agua; no del de arrojar angustias indiscriminadamente por la boca].
Quizá los miedos y la soledad sean más grandes que yo, más ingobernables, más fuertes y oscuros. Asustan. En serio...
Yo procuro pensar en viajar a lugares mas factibles de conseguir...es cierto q casi tod@s soñamos en visitar lugares lejanos...llenos de encanto..nuevas culturas..costumbres..tradiciones..incluso mentalidades diferentes y q eso es absolutamente imposibl.auqn tuvieras todo el tiempo de nuestras vidas y suficiente dinero.
ResponderEliminarProcuro entusiasmarme planeando viajes cercanos..incluso dentro del pais...planificando con mi chica como camperizar el.coche...pensando q parajes recorrer este año...economicos .. cercanos...pero segurisimo q llenos de encanto..nuevos para nuestros ojos...
Hay q respirar profundo y volver a recuperar ..nada de encojerse..ni empequeñecerse...vuela corto para ir poco a.poco abriendo horizontes
Un saludo
No es mala, la receta, Noor. Procuraré. Me quedo con tus palabras: vuela corto. Me encantan!
ResponderEliminarGracias por la visita y las letras...