Hoy he tenido el placer de escuchar una clase magistral, particular, del Sr. Grillo. Una conferencia, una master class, un monólogo brillante.
En estos casos, hay que abrir bien los [mermados] pabellones auditivos y auriculares, ponerse en modo #atencionplena y dejarse llevar hacia la escucha activa. Sus advertencias, avisos, recordatorios y warning son valiosísimos para mi. Un regalo. Siempre.
A saber:
- nunca bajar la guardia
- no entregarse por completo
- confiar lo justo
- esperar lo mínimo
- seguir siendo tú misma
- no hacer concesiones
- de ningún tipo
- recordar cuánto dolió
- aquello de lamerse las heridas
- no hace tanto, hace nada en realidad
- no esperar empatía
- ni mala fe
- no ceder
- no exigir lo que no te gustaría para ti
- avanzar, ignorando la sensación #todoestanperfecto.
Y así ando: en pleno proceso de reprogramación y reformateando la prudencia. Que vamos justas de fuerzas y basta con que nos soplen a la cara para ver como nuestro castillo de naipes se viene abajo.
Y eso no. Eso sí que no…!
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