[Mucho tiempo de silencio. Lo sé. Resumo:]
Días grises. De rebeliones. De cambios y precipitaciones [no hablo de meteorología]. Por tanto, de ansiedad y algo de miedo, aunque disimule ser una valiente. Que no soy. Que nunca he sido.
Días de cvosmos revuelto, de caos desordenado (se lo he copiado a Sofía, que ha vuelto y todavía habla de María "Aveces", como si la vida no hubiera ido circulando, más allá; qué sorprendente, todo) y de protesta y de llamadas y conversaciones con las manos entrelazadas, entre caricias.
También son días de llamadas de seguimiento en la distancia, para ayudar a curar, para difuminar decepciones, para disimular traiciones inesperadas. De ella nunca lo hubieras dicho. Y sin embargo. Guiño para Vic.
Además de todo eso, días de pensar en huir para reconstruir y reinventar, ahora que parece que tenemos licencia para soñar y millones de personas, de todos los pelajes y colores, lo hacen en la paz de sus casas. O en la guerra. Qué pena, con lágrimas.
Y, por fin, días felices e inciertos pero con una certeza fija. Ella. Nosotras. Todas sus cosas bonitas y lo que ha de sobrevenirnos. Aquí. En nuestro nuevo lugar...
Guiño recibido. Gracias, Sil.
ResponderEliminarSeguimos...
Seguimos. Marcando límites. ¿Verdad? :)
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