He repetido esta frase como un mantra, estos días.
Cuando todo se viene abajo, te sientes al límite o crees que no vas a ser capaz. Pues la repito.
El cuerpo grita lo que la mente calla.
Y el miedo tiene una voz muy ronca…
Pensemos en cosas bonitas, porque todo esto pasará y un día lo recordaremos como algo sin importancia. Por ejemplo.
Como algo importante, probablemente.
Pienso en un agua transparente y verde turquesa, límpida, que se mece en calma, sin grandes olas.
O en un paisaje infinito de montañas azules y verde oscuro, o en cielos azul marino degradado de una puesta de sol.
O en el canto de los pájaros y el vuelo bajo de algunas rapaces que te vigilan de cerca, sobre la cabeza, esperando.
Cosas bonitas.
Como lo fue Madrid…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!