viernes, 9 de octubre de 2009

I'm not human anymore...

Veo de lejos cómo se hacen con provisiones que garantizan una supervivencia por mucho más tiempo del que desgraciadamente se dispone. Con distancia tengo convencimientos que han devenido certezas y acierto. Presiento que algo ha de cambiar. A veces me entretengo imaginando que el área del cambio será más personal. Y otras, que va a ser todo lo contrario. En cualquiera de los casos, me involucro y hasta comprometo, preparándome. Pero ahora no hay prisa. Prefiero seguir en el mismo camino, sin moverme un centímetro, consciente de lo afortunada que me siento. Y eso que va a cambiarme la estación y me pillará con sorpresa, aunque este año he decidido que el cambio de armarios va a ser menos cambio, porque seguro que la suposición no se refiere a este, precisamente. Y me temo que en invierno necesitaré la ropa de verano. Pero nada está cerrado ahora, todavía, aunque si por mi fuera tendría billetes y voucher en el cajón derecho de mi escritorio. Aunque lo hagamos sobre una plancha rectangular apaisada formada por muchas piezas móviles en las cuales se inscribes signos, letras, números y funciones, lo que hacemos sigue siendo escribir. Sin callos en el dedo corazón de la mano derecha [de ser zurdo, léase izquierda dónde consta derecha], cosa que yo agradezco porque me parecía absolutamente informativo de la profesión que una desempeña en la vida [por descarte, se podía saber que no estamos en una cadena de montaje o en tareas agrícolas y/o de la construcción, sino desempeñando labores de tipo administrativo en algún despacho, a cubierto de las inclemencias meteorológicas en esta España mia, esta España tuya, Esta España nuestra; aunque a los independentistas de por aqui les escueza tanto la canción, la frase y su contenido]. En fin. Qué cruce de historias, por favor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!