Gélida. Pétrea. Inerte. Insensible. Implacable.
¿Cuándo fue que sufrí tanto dolor que se me acabó? ¿en qué momentos me ha ido sucediendo la pena, la decepción y la tristeza? ¿dónde se me fueron las lágrimas que lloré?
Siento que no me quedan dolores ni tristezas ni lágrimas para algunos trámites de los sentimientos. Ya no tengo historias de desamor, por ejemplo.
A mi edad...
Ante tanto tiempo de dolor continuo, grité ¡¡basta!!. Me compré un escudo, una coraza y un antifaz. Busqué una buena espada y caminé con rostro pétreo para que no destruyeran mi alma.
ResponderEliminarMás el tiempo me hizo ver, mediante su venganza que ya nadie me daba los ojos de la pasión, del deseo, ni si quiera una sonrisa velada.
Todos eran correctos conmigo, se acercaban a mi de manera hipócrita cumpliendo su papel. Además se justificaban con la máxima de que si es por una buena causa, la hipocresía se convierte en virtud.
De qué servía medir mis actos, mi fuerza, blindar mi alma. Con el tiempo noté que ya ni lágrimas podía derramar.
En realidad ellas caían por la vertiente equivocada y no dejaban cicatrizar a mi corazón engañado. Ellas se ensañaban con mis heridas, me mordían, me escocían,... estaban buscando un poso de sensibilidad algo que despertar en mi.
Sigo aguantando, aún ahora aquí parado mirando al horizonte. Pienso: SOY FUERTE.
Bonita firma, la de hoy... Tu comment es más largo que el propioo post. Algo no anda bien... :S
ResponderEliminar:p
ResponderEliminar