Un coche dorado intenso y una de las calles más anchas de la ciudad. Un ático pequeño y una terraza con plantas. Hamburguesas especiales y verduras, un gato. Pelo moreno bastante corto y muy brillante. Una ducha con mampara esmerilada en la que apenas cabían dos y una cama estrecha. Miles de conversaciones y tres cientos silencios llenos de reproches. Escapadas de fin de semana y de miércoles por la noche. Descubrir restaurantes y todas las playas. Disparar fotos de manera indiscriminada para dar la bienvenida a la era digital. Música con letra y ningún baile de son ni de salsa ni de nada. Las mejores caricias del mercado y besos sin superar, a estas alturas. El pelo revuelto sobre tu sofá naranja y la manta marrón. Orden impecable y mi confusión y la traición. Doble. Consciente. Egoista. Lúcida. Sin improvisar. Doliente. Con todas sus consecuencias. Perfecta.
Tendría que empezar a encender velas y a prepararme para mañana. No en genérico [que también] sino el que comenzará después de mis varias siestas a partir de las siete, con el sonido del despertador. Este miércoles cansado, tan sola, tan poco acostumbrada ya, envuelta en música francesa y miedos, escucho letras ajenas mientras intento hilvanar frases con sentido. Pienso en ti y en el fin de semana, consciente de que nada cambiará con el paréntesis y lo que es la vida tras el sueño reaparece el lunes, cierta, si es que queda alguna certeza, hoy, cuando me han derribado un par de ellas en una misma llamada telefónica. Quisiera saber que no vas a moverte del sitio y vas a seguir amándome y regresarás, a pesar, aunque...
Esto está así montado, siempre reaparecen los lunes, a veces incluso se rompe el orden establecido en la sucesión de los días, y cualquier miércoles es un lunes y vivecersa.
ResponderEliminar¿Ni un baile?
Besos sparkling.
silbante: ni uno... :( Un beso y gracias.
ResponderEliminarA ver... a ver...
ResponderEliminarTodo beso es superable SEGURO. Practica ;)
Vivan los aniversarios!!!
:)
Besos
Mizar